03 octubre 2014

Prozac: Cómo se gestó el éxito de ventas de un fármaco nefasto

Prozac: Cómo se gestó el éxito de ventas de un fármaco nefasto
La historia de éxito de algunos medicamentos comenzó con sucesivos fracasos e irregularidades. Lo que hace el marketing. Es el caso de Prozac, cuyo principio activo es la fluoxetina, un fármaco “nefasto”, según Peter Gotzsche en su libro “Medicamentos que matan…”, que el laboratorio Lilly casi desprecia pero que como tenía problemas económicos hizo lo posible porque fuera un pelotazo.
Prozac es un fármaco de muy mala calidad. Eso escribe Gotzsche que pone como ejemplo que la Agencia Alemana del Medicamento teniendo en cuenta sus beneficios y riesgos

“creemos que este producto es totalmente inadecuado para el tratamiento de la depresión“.
Las indicaciones terapéuticas concretas de la fluoxetina son, según su ficha técnica:
Episodio depresivo mayor.
Trastorno obsesivo-compulsivo.
Bulimia nerviosa: Fluoxetina está indicado como complemento a la psicoterapia para la reducción de los atracones y las purgas”. 


La FDA, agencia estadounidense de fármacos, dijo que los ensayos clínicos presentaban graves errores, según recoge en su libro Let them eat Prozac el analista del ámbito psiquiátrico David Healy. ¿Cómo se aprobó Prozac? En una entrevista para el diario on line La Marea, Gotzsche lo cuenta con su característico estilo directo:
“conocí a la persona de la compañía farmacéutica, John Virapen. Su jefe en Inglaterra le dijo que era necesario que se aprobara en Suecia esté fármaco. A él le dio miedo perder su trabajo, igual que pasa en la mafia: o matas tú o te matamos a ti. Entonces  este hombre averiguó quien era la persona decisiva a base de sobornos y llegó hasta a él. El fármaco se aprobó”.
Figura clave en esa “estrategia” fue el “experto independiente” que se encargaría de examinar la documentación clínica para la agencia sueca citada. A cambio de dinero para él y su departamento de investigación se hizo todo lo necesario para que el fármaco aparentase ser mejor y más seguro, como quitar notas a pié de páginas de los informes clínicos en los que se citaban cuatro muertes por suicidio tras al toma del medicamento.
La ideas suicidas y su ejecución está contemplada en la ficha técnica que destaca que se producen sobre todo en niños y adolescentes (pero ¿es que se la da esta droga a los niños?):
“Fluoxetina no debería utilizarse en el tratamiento de niños y adolescentes menores de 18 años. Los comportamientos suicidas (intentos de suicidio e ideas de suicidio), y la hostilidad (predominantemente agresión, comportamiento de confrontación e irritación) fueron constatadas con más frecuencia en ensayos clínicos con niños y adolescentes tratados con antidepresivos frente a aquellos tratados con placebo“.
Algo similar ocurrió en Alemania para conseguir que Prozac pudiera comercializarse. La entrega a la causa de Virapen fue “agradecida” por Lilly con el despido. ¿La excusa? El laboratorio tenía ciertos principios éticos que cumplir. ¿Qué ocurrió con el psiquiatra corrupto? pasó a trabajar en los tribunales como asesor en psiquiatría del Gobierno sueco.
Os dejo con un vídeo de una conferencia de Virapen, quien luego se convirtió en difusor de las prácticas de la industria (como cada vez le está ocurriendo a más ex empleados de laboratorios, el propio Gotzsche lo hizo).

Fuente: Miguel Jara 

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