Sentencia |
La sentencia otorga al Ministerio de Industria y al Gobierno la
potestad de decidir sobre el cierre de las centrales nucleares cuando
expira su permiso de explotación. Ecologistas en Acción, la
Confederación General del Trabajo y Greenpeace, las tres organizaciones
que pedían el cierre inmediato en el procedimiento, celebran la no
prolongación de Garoña hasta el 2019 y pide al Gobierno y al Ministro de
Industria el establecimiento de un calendario de cierre del resto del
parque nuclear español (otras 7 centrales nucleares), ya que esta
sentencia le otorga potestad para tal cosa.
El Tribunal ha desestimado todos los recursos interpuestos contra la
decisión del Gobierno de proceder al cierre de la central nuclear de
Santa María de Garoña (Burgos) en 2013, tanto los de la empresa
propietaria Nuclenor, que pretendía que la central funcionara hasta
2019, como las de Ecologistas en Acción y Greenpeace, y la organización
sindical CGT, que pedían el cierre inmediato. La sentencia, además,
ratifica el no otorgamiento de ninguna indemnización.
En la sentencia se ha producido además un voto particular que
reconoce la vulneración alegada por las tres organizaciones de que en la
aprobación de la orden ministerial no ha respetado la Ley 27/2006 que
reconoce el derecho a una participación pública real y efectiva.
Para Ecologistas en Acción, Greenpeace y CGT esta sentencia otorga
potestad al Gobierno para proceder al cierre de las centrales nucleares
cuando expira su autorización de explotación, puesto que bastaría con no
renovarla. En particular, las organizaciones ecologistas solicitan que
no se renueve el permiso de explotación de la central de Ascó I
(Tarragona) que expira el día 1 de octubre. Además, solicitan del
Gobierno el establecimiento de un calendario de cierre según vayan
expirando estos permisos.
Las organizaciones ecologistas celebran el que Garoña no siga
funcionando hasta 2019, como pretendía Nuclenor y la Junta de Castilla y
León, USO y UGT, entre otros, lo que sería una temeridad pero se
preguntan porqué se le permite seguir funcionando en la actualidad con
los sistemas de seguridad muy degradados y con los graves problemas de
contaminación térmica que está produciendo en el río Ebro (vulnerando la
autorización de vertido de la Confederación Hidrográfica del Ebro).
El propio Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) reconoce en sus
dictámenes la existencia de numerosos elementos severamente degradados y
la necesidad de atacar una serie de reparaciones para seguir
funcionando. El CSN reconoce la necesidad de reparaciones en elementos
tan vitales como el sistema de protección contra incendios, el cambio de
cientos de metros de cables, o el aislamiento de la sala de control.
Ecologistas en Accion.
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