El tema de los campos electromagnéticos (CEM) se está convirtiendo en una preocupación social. Presentes donde la electricidad nunca fluye, estas ondas invisibles están causando daños a la salud de todos los organismos vivos. Debido a los avances en la tecnología, los campos electromagnéticos pueden encontrarse en dormitorios, aulas, patios de recreo, y básicamente en cualquier lugar gracias a nuestro mundo inalámbrico.
Por qué los niños no deberían usar teléfonos móviles
La tecnología es asociada temprano en las generaciones más jóvenes, haciendo partícipe a niños menores en el uso de teléfonos móviles y actividad televisiva. Es lamentable, ya que los niños en crecimiento son más susceptibles a los peligros provocados por los CEM. Los teléfonos móviles, en particular, se han convertido en una preocupación importante, jóvenes niños de tan sólo 10 años de edad disponen de ellos.
Un reciente informe con el autor principal John Wargo, Ph. D. profesor de Riesgos Ambientales y Políticas de la Universidad de Yale muestra hasta qué punto los campos electromagnéticos pueden ser perjudiciales para los niños. La investigación muestra que, debido a los órganos en desarrollo, una menor densidad ósea del cráneo, un menor peso corporal, y una barrera de sangre del cerebro menos eficaz, los niños son muy vulnerables a la radiación de los teléfonos móviles. Esto es especialmente cierto en el caso de los niños por nacer, con investigaciones que muestran como la radiación de microondas emitida por los teléfonos celulares influyen negativamente en el cerebro fetal.
También se reveló en un estudio realizado hace 4 años que el 54 por ciento de los niños nacidos de madres que usaron teléfonos celulares tenían problemas de comportamiento. Es más, el porcentaje subió a 80, si los hijos crecieron hablando por teléfonos celulares con frecuencia.
Su cerebro está compuesto de agua, azúcares y grasas, las microondas que desprenden los teléfonos móviles agitan estas sustancias y penetran en el cerebro, causando alteraciones negativas. Los investigadores de un reciente estudio griego encontraron que, las áreas importantes del cerebro como el hipocampo, el cerebelo y el lóbulo frontal-todos importantes para el aprendizaje, la memoria y otras funciones – son afectados negativamente por la radiación de microondas, incluso a niveles por debajo de las directrices de la Comisión Internacional sobre la protección contra la radiación no ionizante. Específicamente, 143 proteínas en el cerebro se ven negativamente afectadas por la radiación de radio frecuencia durante un período de 8 meses.
A pesar de que limitar la exposición al completo es casi imposible, tomar medidas para evitar la exposición a la radiación de los móviles es importante. Simplemente hablando menos por su teléfono celular se traducirá en menos exposición a la radiación. Incluso colocando su teléfono celular lejos de usted en lugar de en el bolsillo en todo momento limita la exposición. Aunque es una cantidad pequeña, es una solución muy sencilla. Reducir la exposición a los niños es especialmente importante, ya que son bastante vulnerables. Otra solución para limitar la exposición sería la de invertir en un protector de EMF u otras tecnologías similares y muy accesibles que reducen la exposición.
Fuente: naturalsociety
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