El Observatorio anual de WWF constata un importante aumento de la
generación de electricidad con carbón nacional. La consecuencia de
apostar por esta energía contaminante es un incremento en las emisiones
de CO2 de más del 30% respecto a las registradas en 2010. Además, la
organización también denuncia que la supresión de las primas a nuevas
instalaciones renovables tendrá graves efectos para el sector, como la
pérdida de empleo, la incertidumbre regulatoria y la fuga de
inversiones.
El año 2012 comienza con un ataque directo a las energías renovables por
parte del Gobierno tras la aprobación del Real Decreto Ley 1/2012, que
suspende de forma temporal los incentivos económicos para nuevas
instalaciones de producción de energía eléctrica a partir de fuentes
renovables, cogeneración y residuos.
Para WWF, esto supone un grave retroceso en la política energética del
país, al frenar el desarrollo de un sector puntero en España. Como
consecuencia inmediata, la organización destaca la deslocalización de
empresas y cierre de PYMES, así como la pérdida de puestos de trabajo e
incertidumbre sobre los 300.000 empleos previstos en el Plan Energías
Renovables.
Según el Observatorio anual de la Electricidad de WWF, en 2011 tanto la
producción eléctrica como la demanda han disminuido respecto a 2010.
Esto es un reflejo del menor consumo como consecuencia de la crisis
económica y el descenso de la actividad industrial, siendo cubierta en
su mayor parte por nuclear y ciclos combinados de gas.
El año 2011 finalizó con un incremento en las emisiones totales de CO2
del sector eléctrico de un 30,4% respecto a 2010, debido al aumento del
carbón nacional (más caro y más contaminante), que se ha duplicado. En
cuanto a la cobertura de la demanda, los primeros puestos los ocupan las
energías convencionales: la energía nuclear lidera el ranking con un
21,2% de producción, seguida de los ciclos combinados de gas natural,
con un 18,6%, y el carbón (16%). Las energías renovables pierden peso en
el mix de electricidad, ya que la eólica y la hidráulica han sufrido un
importante descenso en 2011 en comparación con 2010.
2011 ha sido un año nefasto para las energías renovables debido a la
incertidumbre regulatoria que ha frenado su desarrollo, senda que
continúa en el comienzo de 2012. El actual mix eléctrico refleja una
política energética basada en los combustibles fósiles (petróleo, gas y
carbón). Esto significa que España puede alejarse del objetivo de
reducción del 20% de las emisiones contaminantes para 2020.
WWF destaca el aumento de la potencia en nuevas infraestructuras de
origen renovable en 2011, principalmente eólica y solar. La energía
solar fotovoltaica aumentó en 2011 un 26%, mientras que la
termoeléctrica batió récords, con un crecimiento del 193%, según datos
de REE. Sin embargo, el nuevo cambio regulatorio, aprobado con carácter
de urgencia por parte del Gobierno, puede provocar que este aumento de
potencia renovables se vea frenado en los próximos 10 años.
Raquel García Monzón, Técnico de Energía del Programa de Cambio
Climático de WWF España, declara: “Incluir el medio ambiente, el clima y
la energía en la toma de decisiones, así como la importancia de
establecer los objetivos a largo plazo, es vital para una política
energética acertada”. Y añade: “Es necesario un cambio de modelo
energético para que la energía sea sostenible, limpia, y segura. Las
renovables son garantía de futuro para nuestra economía”.
Fuente: WWf
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