Hace unos meses el Ayuntamiento de Tarifa (Cádiz) aprobó un Plan Parcial que permitiría la construcción de una urbanización con casi 360 viviendas y un hotel con 1.423 plazas, junto a la playa de Valdevaqueros. Esta maravillosa playa está situada junto al Parque Natural del Estrecho y el Parque Natural de los Alcornocales, y posee un cordón dunar único en Europa.
El pasado sábado cientos de personas y casi treinta organizaciones nos manifestamos en la playa de Valdevaqueros convocados por la Plataforma Salvemos Valdevaqueros. Pancartas, carteles, megáfonos, banderas... incluso teatro en la misma playa, para dejar muy claro que muchísimas personas no están dispuestas a que pongan más ladrillos en nuestro litoral. Desde las 11:00 h comenzaron a llegar personas de distintos colectivos y gente que simplemente pasaba el día en la playa y se quiso unir a la manifestación. Media hora después se inició una marcha por la orilla encabezada por grandes carteles con el lema “Salvemos Valdevaqueros”.
Entre los lemas que se coreaban, sin duda el más repetido era “Valdevaqueros no se vende, Valdevaqueros se defiende”, lo que deja muy claro que la lucha no terminará hasta que no cesen los intentos de privatización y especulación en la zona. Finalmente, sobre las 13:00 h la concentración terminó con un teatro en la arena y con la lectura de manifiestos por parte de las organizaciones participantes, e incluso de personas anónimas que quisieron mostrar públicamente su rechazo al proyecto.
Los defensores del proyecto lo intentan justificar hablando de los puestos de trabajo que podría generar, estableciendo un falso dilema entre conservación y desarrollo económico, pero nada más lejos de la realidad. Todos los alrededores de Tarifa están llenos de casas y urbanizaciones en venta, incluso sin terminar de construir, por el exceso de viviendas disponibles en la zona. Además, el Plan Parcial pretende fomentar un tipo de turismo de sol y playa que ya se ha mostrado fracasado desde un punto de vista ambiental y económico en mucho otros puntos de Andalucía. Por ejemplo, en la vecina Costa del Sol seis hoteles de cinco estrellas han cerrado y otros muchos están en venta por falta de rentabilidad.
Actualmente, en la zona de la playa de Valdevaqueros existen cinco cámpines y más de diez hoteles pequeños que se mantienen gracias al turismo relacionado con la buena conservación de la zona: observación de aves, deportes de agua, senderismo... O simplemente gente con ganas de disfrutar de una playa virgen en una ubicación espectacular. Sin duda, todo esto se vería seriamente dañado si se ejecutase el proyecto.
Es posible generar empleo y riqueza gracias a nuestro litoral a la vez que se conservan y protegen, como ya ha mostrado Greenpeace en el informe Destrucción a Toda Costa 2012. A los turistas no les atraen exclusivamente los hoteles, sino la oferta cultural, ambiental, gastronómica, etc. que se puede ofrecer y, en este sentido, en Tarifa podría desarrollarse mucho más.
Si desde las distintas administraciones se elaborase una Carta Arqueológica, catalogando y gestionando la visita los numerosos yacimientos arqueológicos de la zona, como la Necrópolis de los Algarbes que actualmente permanece cerrada. Si se pusiesen en valor los dos Parques Naturales que hay en la zona, fomentando un turismo activo que tan buenos resultados a dado en otros lugares. Si simplemente se valorasen los numerosos servicios y beneficios que la conservación de la zona de Valdevaqueros proporcionan a las gentes de la zona, a los visitantes y a las generaciones futuras el proyecto de urbanización se desestimaría por mero sentido común.
Sin embargo, tristemente, situaciones como la de Valdevaqueros es un historia que se repite en todo el litoral, disparatados proyectos urbanísticos que solo responden a intereses especulativos y de enriquecimiento de unos pocos. Por lo que resulta incomprensible que, de llevarse a cabo, la reforma de la Ley de Costas propuesta por el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente solo sirva para empeorar la situación de nuestro litoral, excluyendo del dominio público zonas tan importantes como algunas dunas, buena parte de humedales como las salinas, zonas inundables, etc., así como permitiendo que se urbanicen nuevas zonas costeras. El pasado 28 de julio fueron numerosos los actos que se realizaron en toda España, desde la plataforma No a Nuestra Costa , para gritar un claro y contundente “No a la Reforma de la Ley de Costas”. Demanda que siguió el pasado sábado, 4 de agosto, en Valdevaqueros y que continuará por parte de cientos de organizaciones y miles de personas hasta que consigamos conservar y valorar unos de los más importantes activos de nuestro país, nuestro litoral.
Fuente: Juande D. Fernández, Greenpeace Andalucía.
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