Ecologistas en Acción alerta de que se
mantienen las notificaciones por contaminación con metales pesados
durante el 2012, la presencia de mercurio sigue siendo la principal
fuente de notificaciones en el pescado y otros productos pesqueros.
Para la organización ecologista la situación es más grave ya que los
límites permitidos por la UE de mercurio en pescado no protegen
suficientemente la salud, al no tener en cuenta el consumo medio, ni las
características corporales de los consumidores.
Según Ecologistas en Acción durante el año 2012 se han presentado 68
notificaciones por contenido en mercurio en pescado.
Estas
notificaciones son publicadas por el sistema de alerta rápida para
piensos y alimentos (RASFF en sus siglas inglesas).
De estas notificaciones, 33 casos de superación de mercurio en pescado tienen origen España. El país que ha efectuado un mayor número de notificaciones (46) sigue siendo Italia, nuestro mayor importador, otras han sido notificadas por Alemania (12) o Francia (11)
Se
han alcanzado valores de hasta 8.61 mg/kg en rodajas congeladas de
marrajo (Isurus oxyrinchus) procedente de España, y de 5.47 mg/kg en la
misma especie procedente de Singapur y 4.95 mg/kg en filetes congelados
de pez espada procedente de Vietnam, vía Holanda, todas ellas
denunciadas por Italia. Según la normativa comunitaria, el nivel máximo
permitido de mercurio en los productos pesqueros es de 0.5 miligramos
por kg; si bien, en estas especies o el atún, que siguen siendo las
especies con más superaciones, se permite un nivel máximo más alto; de
un miligramo por kg.
Para Ecologistas en Acción la situación es mucho más grave, ya que
los límites establecidos por la UE son menos estrictos que los
establecidos por el Comité Mixto FAO/OMS de Expertos en Aditivos
Alimentarios (JECFA), y referidos a la ingesta máxima semanal de
metilmercurio (1,6 microgramos por kg de peso corporal por semana). Este
criterio se ha establecido para proteger al feto en desarrollo expuesto
al metilmercurio a través de alimentos contaminados ingeridos por la
madre embarazada.
El mercurio es un metal extremadamente volátil que puede ser
transportado a grandes distancias una vez se ha emitido a la atmósfera.
Una vez se ha depositado en un ambiente acuático, el mercurio se
transforma en metilmercurio, una potente neurotoxina, que se acumula en
los peces y en los animales y los humanos que los consumen. Cuando es
ingerido por mujeres embarazadas, el metilmercurio atraviesa la placenta
y se acumula en el cerebro y el sistema nervioso central del feto en
desarrollo. Incluso cantidades relativamente despreciables pueden
producir serios retrasos motores o de comunicación. El mercurio nunca
desaparece del medio ambiente, asegurando que la contaminación de hoy
seguirá siendo un problema en el futuro.
Este sistema de alerta rápida se ha establecido en forma de red y
esta destinado a notificar los riesgos, directos o indirectos, para la
salud humana y que se deriven de los alimentos o de los piensos. Las
notificaciones de alertas se envían cuando el alimento o el pienso que
presenta el riesgo están en el mercado y se requiere una acción
inmediata.
Los Estados miembros han de tener sus propios mecanismos para aislar y
retirar del mercado los productos notificados en una alerta, de forma
que no puedan llegar a los consumidores, incluyendo la publicación de
información detallada en los medios de comunicación, si fuese necesario.
Fuente: Ecologistas en accion
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