Suci, como se conocía al rinoceronte, ha fallecido después de meses siendo tratada de hemocromatosis, una enfermedad genética que provoca que el exceso de hierro se acumule en el cuerpo durante varios meses. Su madre murió de la misma enfermedad en 2009.
El parque zoológico de Cincinnati fue la primera instalación de criar con éxito esta especie en cautiverio. Para ello, ha estado trabajando con organizaciones de Indonesia durante 25 años en sus esfuerzos por recuperar parte de los ejemplares que se han ido perdiendo con los años.
Los funcionarios del zoo han señalado que, tras la muerte de Suci, sólo quedan nueve rinocerontes de Sumatra en cautiverio en todo el mundo, una especie que suele vivir un promedio de 35 a 40 años.
"Suci era un símbolo de esperanza para toda su especie, que está perdiendo terreno rápidamente en la naturaleza, y su ausencia dejará un gran hueco en nuestros corazones", ha declarado el director del centro a 'National Geographic', Terri Roth.
En este sentido, ha añadido que "la comunidad internacional tiene un gran reto en sus manos" y ha advertido de que, "si no se actua con rapidez y audacia, la pérdida de este magnífico animal será una de las grandes tragedias de este tiempo".
El rinoceronte muerto provenía de la más rara de todas las especies de este animal. Actualmente, el número de rinocerontes de Sumatra no supera el centenar en su hábitat natural y, según los expertos, es el gran mamífero más amenazado de la Tierra.
Algunas de las razones que han provocado la extrema situación de este animal es la tala de los bosques de Sumatra (Indonesia) para elaborar aceite de palma, así como la caza furtiva debido a su preciado cuerno.
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