Vietnam
se ha unido a China como principal consumidor de cuerno de rinoceronte,
convirtiéndose en una pesadilla para ecologistas. Varias campañas
intentan frenar este comercio ilegal aplacando la demanda.
Cuando
los ricos y famosos de Vietnam se reúnen en una fiesta, siempre hay un
ingrediente especial que usan para darle un “toque de gracia” a sus
bebidas: cuerno de rinoceronte pulverizado. Cuando se mezcla con agua o
con vino, se le llama “la bebida de los millonarios”, o la “droga para
fiestas favorita”. El cuerno en cuestión no es nada barato: puede llegar
a costar 65.000 dólares el kilo.
Invitar a una ronda de carísimas
bebidas de rinoceronte a los amigos se considera cada vez más como algo
“cool” entre consumidores que quieren alcanzar cierto estatus. Muchos
bebedores también creen que esta bebida purifica el cuerpo de toxinas
tras una noche de alcohol, y que ayuda a prevenir la resaca. “Sus
consumidores comparten la creencia de que con ello están recibiendo la
energía y poder del rinoceronte en cierto modo”, dice Rosaleen Duffy,
profesora de estudios de desarrollo en la Escuela de Estudios Orientales
y Africanos de la Universidad de Londres.
Este tipo de creencias,
junto con el aumento de la riqueza, supone un aumento en la demanda de
cuernos de rinoceronte, según afirman los expertos. Además, se trata de
un elemento usado en la medicina china tradicional, por lo que algunos
nuevos ricos vietnamitas creen que el cuerno de rinoceronte puede curar
cualquier tipo de enfermedad (hasta el cáncer), potenciar el deseo
sexual de los hombres y mejorar la salud en general
Un informe de
2012 de TRAFFIC, un grupo británico que monitoriza el comercio
internacional de animales salvajes, describió el fenómeno de “reventa de
cuernos de rinoceronte: individuos que pululan por los hospitales de
Vietnam en busca de pacientes terminales desesperados. No obstante,
estudios científicos han demostrado que el cuerno de rinoceronte no
tiene valor medicinal alguno y que, al igual que las uñas humanas, está
compuesto puramente de queratina.
“La demanda de cuerno de
rinoceronte se basa en la ignorancia y el orgullo”, dice Peter Knights,
fundador de la ONG ecologista WildAid, con base en California.
“Ignorancia sobre las consecuencias del consumo para los rinocerontes, y
en muchos casos, orgullo por la muestra de riqueza que supone poder
comprar un producto tan caro”.
“Alegaciones absurdas”
La
emergencia de Vietnam como principal punto de comercio de cuerno de
rinoceronte es algo bastante nuevo. En la última década, el país ha
pasado de un mercado insignificante de cuerno de rinoceronte a ser el
principal rival de China por el primer puesto mundial. Peter Knights
dice que es parte de un patrón de países emergentes que invariablemente
ven una oportunidad en la demanda de productos de animales salvajes
conforme sus poblaciones se van enriqueciendo. Los ciudadanos
acaudalados de las ciudades vietnamitas ya han desarrollado un apetito
por este tipo de productos, como la bilis de oso, pieles o carne de
determinadas serpientes que están acabando con las especies en los
parques naturales nacionales.
Aún así, Knights admite que la sed de
cuerno de rinoceronte pulverizado en Vietnam es un caso especial. “Se
trata de un mercado que ha aparecido de la nada. Parece haber sido
creado deliberadamente. Antes no se observaba un uso tradicional del
cuerno de rinoceronte en Vietnam, así como por ejemplo sí que lo había
en China”, añade. Knights culpa de ello a “bandas criminales y
oportunistas” que buscan crear un mercado de rinoceronte simplemente
inventándose alegaciones absurdas sobre los beneficios medicinales de
sus cuernos. “Tenían un producto que lanzar, y algunas personas son lo
suficientemente ingenuas como para creerse este tipo de historias”, dice
Knights.
La creencia en estos supuestos efectos beneficiosos tiene
efectos devastadores en la población de rinocerontes que todavía queda
en el mundo. Aunque ya no hay rinocerontes salvajes en Vietnam, el
apetito del país por sus cuernos ha llevado a una epidemia de caza
furtiva de estos animales a miles de kilómetros de distancia, en
Sudáfrica. Este país alberga el 80 por ciento de los rinocerontes del
mundo, con un total de más de 20.000.En 2013, el peor año hasta el
momento, el gobierno sudafricano registró unas cifras sin precedentes:
que se sepa, 1.004 rinocerontes fueron víctimas de la caza furtiva, en
comparación con los 13 ejemplares que se cazaron en 2007. Gran parte de
la masacre se debe a la demanda de sus cuernos en China y Vietnam.
Esto
ha hecho sonar las alarmas entre grupos ecologistas. Tras intentar
seguir los cauces legislativos para llegar a una solución y erradicar la
caza furtiva durante varios años, cada vez son más los que han decidido
concentrar sus esfuerzos en reducir la demanda de cuerno de rinoceronte
entre los consumidores vietnamitas.
“Los hombres de verdad no lo necesitan”
Para
ello, varias campañas de concienciación han lanzado en los últimos
meses mensajes para desbaratar los mitos sobre los cuernos de
rinoceronte, y hacer ver que su uso no es, desde luego, nada “cool”. “El
mensaje es que el consumo de cuerno de rinoceronte está suponiendo una
masacre de rinocerontes y amenazando con su extinción, es una acción
vergonzosa y antisocial”, dice Knights. “Las campañas tienen por
objetivo rebajar el atractivo de estos productos y aumentar el potencial
de los países consumidores para combatir el comercio ilegal”, añade.
En
una reciente campaña de videos lanzada por WildAid, el cantante
vietnamita Quoc Trung habla sobre el prestigio social y el poder que se
vincula con la bebida de cuerno de rinoceronte “Los hombres de verdad no
necesitan cuerno de rinoceronte para evitar una resaca”, dice en el
video.
“Si compra cuerno de rinoceronte, puede que tenga que pagar
por mucho más que el cuerno”, dice la estrella de cine de acción Jackie
Chan en otro video en referencia al descomedido precio que tanto
consumidores como los propios rinocerontes pagan por ello. “Estará
pagando por armas, balas, flechas envenenadas, motosierras, hachas y
machetes que se usan para despedazar la cara del rinoceronte”, continúa.
“Y estará pagando también por la vida de una hermosa criatura”.
La
campaña ha contado con la colaboración de docenas de celebridades
vietnamitas y también internacionales, como David Beckham z el Príncipe
Carlos de Inglaterra. Asimismo, las cadenas de televisión en Vietnam han
donado espacio gratis en su programación valorado en millones de
dólares para mostrar estos anuncios.
“Cuando la compra acabe, también acabará la matanza”
Tanto
TRAFFIC como la organización medioambiental suiza WWF ya publicaron a
principios de este año varios posters en restaurantes de alta gama,
complejos de apartamentos y aeropuertos de las principales ciudades
vietnamitas, como Hanoi y Ho Chi Min. En ellos se ve la imagen de un
rinoceronte al que se le ha sustituido el cuerno con pies humanos. “Los
cuernos de los rinocerontes están hechos del mismo material que las uñas
de los seres humanos”, dice el eslogan en vietnamita. “¿Todavía le
apetece?”
La esperanza de muchos grupos ecologistas es que la
respuesta sea “no”. ¿Pero puede realmente este tipo de campañas ayudar a
que el mensaje cale en la sociedad y reducir la demanda? Peter Knights
señala una exitosa campaña contra la sopa de aleta de tiburón en China
con el ahora famoso eslogan de WildAid “cuando la compra acabe, acabará
también la matanza”.
La campaña alcanzó mucha fama en la pasada
década gracias a una coalición de empresarios chinos e internacionales,
celebridades y activistas medioambientales. El resultado, según WildAid,
ha sido una disminución de la demanda de sopa de aleta de tiburón en
China de entre un 50 y un 70 por ciento desde 2011.
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