¿Qué hace un político en Alemania cuando abandona el cargo? Se pasa
al sector privado y gana mucho dinero: un fenómeno cada vez más
frecuente en los últimos tiempos, que tras el último caso despertó
nuevas y fuertes polémicas.
El último de la serie es el ex ministro de Salud Daniel Bahr, del extinto partido liberal FDP.
Perdido el puesto y perdido también el partido, barrido del Bundestag
en las elecciones hace un año, el ex ministro pasó a sueldo del gigante
de seguros Allianz, para ocuparse precisamente de pólizas para
enfermos.
El escandaloso caso de conflicto de intereses suscitó la oposición de
Linke y los Verdes, que pidieron fijar por ley un período de transición
entre la política activa y la actividad privada.
También la gran coalición entre cristiano demócratas (CDU-CSU) y
socialdemócratas (SPD) había puesto el tema en el acuerdo de gobierno,
pero la formulación era vaga y hasta ahora -a diez meses de la asunción-
no pasó nada.
“SPD y Unión lo frenan desde enero”, atacaron los Verdes, pidiendo un
debate en el Bundestag, que se realizará el jueves de la próxima
semana.
La organización sin fines de lucro Lobbycontrol, que desde hace años
advierte contra el exceso de poder de los lobbies en el parlamento,
pidió una ley que fije un período de “abstinencia” para los políticos
que pasan al sector privado.
Su vocero, Timo Lange, propuso desde un diario tres años de
transición: en su opinión hasta ahora, aparte de proclamas, el gobierno
no hizo nada.
La lista de políticos que saltaron de un sector a otro es larga: el
partido de la canciller Angela Merkel (CDU) hace escuela, pero tiene
óptima compañía.
Muchos proceden de su propio círculo cercano, como Ronald Pofalla,
Eckart von Klaeden e Hildegard Mueller. O bien eran sus enemigos, como
Roland Koch. Pofalla, ex jefe del equipo de la cancillería, irá a
trabajar como jefe lobbista para los Ferrocarriles del Estado (Deutsche
Bahn). Von Klaeden, ex ministro de Estado en la cancillería, hará lobby
para la industria automotriz Daimler.
Koch en cambio, temible adversario interno de Merkel en la CDU, era
gobernador de Hesse y pasó en 2011 a la cúpula de la industria edilicia
Bilfinger (en agosto fue removido). Mueller, ex ministra de la
cancillería y leal a Merkel, es lobbista para la Sociedad Federal para
la Energía y el Agua BDEW.
En la FDP el ex ministro de Economía y vicecanciller Philipp Roesler
dirige ahora el Foro Económico en Suiza, y el ex ministro de Desarrollo,
Dirk Niebel, será desde enero consultor de la industria de armas
Rheinmetall.
Pero el SPD no se queda atrás: Kurt Beck, ex gobernador de
Renana-Palatinado, es consultor de la farmacéutica Boehringer Igelheim.
El ex vocero del gobierno rojo-verde fiel a Gerhard Schroeder, Thomas
Steg, trabaja para Volkswagen.
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