Durante este mes de octubre la Subdirección General de Conservación
del Medio Natural de la Consejería de Medio Ambiente ha autorizado una
fumigación aérea masiva con insecticida para atacar una plaga de
procesionaria en los pinares de la Sierra Oeste, dentro de la Zona de
Especial Conservación de las Cuencas y Encinares de los Ríos Alberche y
Cofio. Ecologistas, vecinos y científicos han dado la voz de alarma por
las negativas consecuencias que podría tener esta medida.
En total se van a ver afectadas 1.421 hectáreas de pinares en los
municipios y montes siguientes: Navas del Rey (monte de La Pinarilla,
Pinarejo, Vallefría, superficie total aproximada de 60 ha), Pelayos de
la Presa (monte La Enfermería, superficie aproximada 76 ha) y San
Martín de Valdeiglesias (monte Nahoncil y Agregados, Las Cabreras y
Valle Lorenzo, con una superficie de 1.285 ha). Se trata de montes
públicos de extraordinaria riqueza faunística, colindantes con el
embalse de San Juan y con zonas pobladas.
Según la Subdirección General de Conservación del Medio Natural, en
estos pinares existe una plaga de oruga procesionaria (insecto que se
alimenta de las acículas de los pinos). El producto que se va a utilizar
es el diflubenzuron. Se trata de un inhibidor de la quitina, una
molécula que forma parte del esqueleto externo de numerosos
invertebrados (insectos, arácnidos, crustáceos y miriápodos) y de la
pared celular de los hongos, incluidos los comestibles. Por tanto se
trata de un insecticida no selectivo porque puede afectar a cualquier
organismo vivo que sintetice la molécula de quitina. El insecticida, al
impedir la formación de quitina, induce la muerte del organismo.
Al pulverizar, desde el aire el diflubenzuron sobre los pinares, se
pretende acabar con la procesionaria. El problema es que este
insecticida no se limitará a matar a la oruga, también afectará a un
amplio abanico de invertebrados e indirectamente a la fauna insectívora
(aves, anfibios, reptiles, pequeños mamíferos, etc), posiblemente a los
hongos y al resto de la cadena trófica. Todo ello, en el espacio
protegido Red Natura Zona de Especial Conservación de las Cuencas y
Encinares de los Ríos Alberche y Cofio
Además han puesto de manifiesto que el diflubenzuron es altamente
tóxico para los organismos acuáticos (crustáceos, moluscos y peces)
aparte de ser causante de cánceres, especialmente en bazo e hígado y
disruptor endocrino (alterador hormonal), en mamíferos.
La alta toxicidad del insecticida elegido, contrasta con la
información facilitada por la Subdirección General de Conservación del
Medio Natural, a los ayuntamientos afectados, en la que se afirma
textualmente “que carece de efectos nocivos sobre personas y animales”.
Pero además la aplicación aérea de productos fitosanitarios está
prohibida en base al Real Decreto 1311/2012 que establece el marco de
actuación para conseguir un uso sostenible de estos productos. Esta
normativa sólo permite la fumigación aérea en casos excepcionales de
plagas declaradas de utilidad pública o de emergencia y siempre que no
existan alternativas técnicas y económicamente viables. Pero no es el
caso.
En los pinares que se pretende fumigar no se han detectado plagas de
procesionaria en la última década y actualmente no existe justificación
para llevar a cabo una medida tan agresiva como la planteada. Además,
trabajos publicados en 2011 y realizados por la Junta de Andalucía han
puesto de manifiesto la escasa eficacia de los tratamientos químicos
contra la procesionaria. Son más eficaces la lucha biológica con
feromonas (atrayentes sexuales), depredadores y fomento de la diversidad
de especies forestales que el uso de fitosanitarios.
La actuación en la Sierra Oeste, no sólo ha alarmado a colectivos
ecologistas (ARBA, Ecologistas en Acción, GRAMA Asociación Ecologista
del Jarama "El Soto", Jarama Vivo y la plataforma Stop Herbicidas
Comunidad de Madrid) que ya , también preocupa a colectivos locales
(Sierra Oeste Desarrollo S.O.S.tenible, Globalízate) y vecinos que
desconocían las intenciones de la Subdirección General.
Pero la inquietud ha llegado hasta la comunidad científica.
Científicos de diversas universidades y de centros de investigación como
el Director de Departamento de Ecología de la Universidad Autónoma de
Madrid, Juan J. Oñate Rubalcaba, el catedrático de Zoología de la misma
universidad, José Luis Viejo Montesinos, la Asociación Herpetológica
Española que agrupa a científicos de diversas universidades y centros
de investigación, están colaborando para convencer a la administración a
que reconduzca la lucha contra la procesionaria, hacia tratamientos
biológicos no agresivos con el entorno natural y las personas.
Fuente: Ecoticias
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