Así, por comunidades autónomas, Galicia, con 181 de estos casos, y Andalucía, con 140, son las que más casos de detenidos o imputados registraron por este delito.
La cifra es sensiblemente inferior a la registrada en 2012, cuando se contabilizaron 552 personas en total (172 detenidos y 380 imputados).
Estas estadísticas se recopilan desde 2007 en 2008 se registró un repunte de los casos, sin embargo, desde ese año hasta 2010 hubo una tendencia descendente, que se estabilizó en torno a los 300 detenidos e imputados en 2011. Sin embargo, en 2012 se produjo un "importante incremento", duplicándose prácticamente el número de detenidos e imputados respecto al año anterior. Este incremento, con una sensible disminución, se ha mantenido en 2013.
Entre estos presuntos autores, detenidos o imputados en n2013 por delito de incendio forestal en España se recopilaron 395 cuestionarios, el 78,21 por ciento de los posibles y, prácticamente, todos ellos resultados válidos para el análisis.
Con respecto a la campaña del año anterior (que ya había sido relativamente buena, con 309 casos), según la valoración de la Fiscalía, este dato supone un incremento cercano al 30%, que demuestra "las bondades" de haber digitalizado el cuestionario, de contar con enlaces, y de la intervención de la monitora de campo.
Desde su implantación, a lo largo de estos años la base de casos ha aumentado hasta los 1.482 incendios forestales con autor conocido.
En total, en 2013 se produjeron 117 sentencias condenatorias por Incendio Forestal, al tiempo que se registró un importante descenso de los incendios forestales. La memoria subraya que muchas fiscalías señalan que la inmensa mayoría de fuegos son simples conatos.
En cuanto a la motivación, el análisis de la Fiscalía señala que la mayoría de las memorias destacan el carácter negligente de los incendios forestales con autor. Por ejemplo, señala que Cantabira plantea la posibilidad de que se limiten las autorizaciones para quemas de rastrojos o se exija algún tipo de formación a los que la practican. La memoria de Huelva admite, sin embargo, la existencia de un mayor cuidado y responsabilidad en el tema en los últimos años,especialmente por parte de los agricultores.
Respecto a los fuegos intencionados, se apunta que son más numerosos que los imprudentes (Valencia, Badajoz, Ciudad Real, Granada, etcétera.) y continúan siendo destacables las dificultades para determinar su autoría y sobre todo para reunir los indicios suficientes, que permitan tramitar el procedimiento con ciertas garantías de estar en condiciones de obtener una condena.
Las causas de los mismos son básicamente, según Huelva, el intento de regenerar pastos, las rencillas y enfrentamientos entre dueños de fincas colindantes, las actividades cinegéticas e incluso intentar, por la vía de hecho, cambios de uso de forestal a agrícola en la zona próxima a Doñana.
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