Gobierno vasco, Iosu Madariaga, ha indicado que este informe, validado por la Agencia europea de Medio Ambiente, apunta que de las especies localizadas en el país "dos registran un descenso y una un notable incremento". Euskadi participa activamente en este estudio, con muestreos quincenales de 48,4 kilómetros en 13 puntos de Álava, nueve en Bizkaia y seis en Gipuzkoa, obteniéndose 13.110 registros de 117 especies.
Madariaga ha destacado que los programas de seguimiento contribuyen a evaluar el cumplimiento de los objetivos de conservación de la biodiversidad en el ámbito de la Unión Europea, a la vez que "fomentan la implicación ciudadana en la observación y registro de fenómenos ambientales mediante herramientas de ciencia ciudadana". En este sentido, ha indicado que la aportación de personas observadoras voluntarias para la realización de este informe se ha estimado en 170.000 horas de trabajo de campo. En total se han analizado las poblaciones de 17 especies, de las cuales 10 habrían declinado, en torno a un 30% desde 1990, tres se habrían mantenido estables, tres habrían aumentado, y para la restante la tendencia sugerida es incierta.
En lo que respecta a Euskadi, en Álava se ha contabilizado el 51,63% del total de registros y en los parajes de Armentia e Izki/Korres y Orduña y Armañon/Ranero se han detectado más de 40 especies, seis de las cuales han superado los 500 ejemplares contabilizados: las denominadas Loba (Maniola jurtina), Medioluto norteña (Melanargia galathea), Mariposa de los muros o Maculada (Pararge aegeria), Blanquita de la col o Blanco pequeño (Pieris rapae), Icaro dos puntos (Polyommatus icarus) y Lobito agreste (Pyronia tithonus).
Según el viceconsejero, "los programas de seguimiento global contribuyen a evaluar el cumplimiento de los objetivos de conservación de la biodiversidad en el ámbito de la Unión Europea, a la vez que fomentan la implicación del público en la observación y registro de fenómenos ambientales mediante herramientas de ciencia ciudadana". En cuanto a las causas que llevarían al declive de las poblaciones de mariposas, el informe apunta a la intensificación de las áreas más productivas, donde se aplican fertilizaciones e incrementos en el régimen de cortas, y al abandono y la matorralización de parcelas marginales.
Fuente: Noticias ambientales internacionales
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