El tribunal de casación de Italia, tras investigar el caso de Román Ostriakóv, sentenció que el robo de alimentos para saciar el hambre no es un delito.
En 2011 el hombre fue condenado a 6 meses de reclusión y multado con 100 euros por el robo de queso y un paquete de salchichas que costaban solo 4 euros.
“No puede ser castigado aquel que pasando penuria sustrae una pequeña cantidad de comestibles para saciar una necesidad vitalmente importante”, determina la sentencia del tribunal.
‘El caso de Ostriakóv’ fue investigado por tres instancias judiciales italianas pero la última sentencia del Tribunal Supremo tiene carácter final.
Fuente: periodismo-alternativo.com
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