El templo budista de Wat Pha Luang Ta Bua, localizado en la porvincia de Kanchanaburi, al oeste de Bangkok, se había convertido en toda una atracción turística, en la que millares de visitantes se podían sacar fotos con tigres vivos.
Las autoridades tailandesas encargadas de la protección de la fauna salvaje han encontrado 40 cadáveres de cachorros de tigre en unas cámaras frigoríficas en el conocido como 'Templo del Tigre' este miércoles en una redada, tras numerosas sospechas de tráfico de especies y abuso animal y la presión internacional que exigía investigar el templo.
El templo budista de Wat Pha Luang Ta Bua, localizado en la porvincia de Kanchanaburi, al oeste de Bangkok, se había convertido en toda una atracción turística, en la que millares de visitantes se podían sacar fotos con tigres vivos.
Sin embargo, el templo estaba siendo investigado por su supuesta relación con el tráfico de especies y el abuso animal. La redada que tuvo comienzo el lunes ha sido la última medida del Gobierno tailandés en su esfuerzo por intentar asegurar el control del Estado sobre la especie, que se encuentra en peligro de extinción.
Los cadáveres de los cachorros fueron encontrados en una cámara frigorífica en la cocina del templo, según ha declarado el director general del Departamento de Parques Nacionales de Tailandia, Adisorn Nuchdamrong. "Los voluntarios extranjeros del templo nos contaron lo de los cachorros muertos y nos enseñaron las cámaras frigoríficas. Quizás sentían que lo que está haciendo el templo no está bien", ha dicho.
Las autoridades, tras encontrar los restos de los animales, han decidido exponerlos uno por uno en el suelo del templo, para que pudieran ser fotografiados y grabados por los medios de comunicación presentes en la redada. Además de los 40 cachorros de tigre, en la cámara también han hallado un cadáver de un manturón, una especie protegida conocida en Tailandia como binturong.
Los responsables del templo han publicado en su página oficial de Facebook que las autoridades tailandesas ya tenían previo conocimiento de los cadáveres que se encontraban en las cámaras frigoríficas. Según la publicación, los cadáveres eran de crías de tigre que habían muerto por causas naturales y habían guardado sus restos, en vez de incinerarlos, por instrucciones del antiguo veterinario. Las crías llevaban acumulándose en la cámara frigorífica desde el año 2010.
Adirson, por su parte, ha declarado que no tenía constancia alguna de los cadáveres encontrados en el templo. "Nos notificaban cuando los tigres adultos morían, pero nunca cuando lo hacían las crías", ha añadido.
Las autoridades se han llevado del templo a 61 tigres adultos vivos desde que diera comienzo la redada el pasado lunes, aunque todavía hay 76 ejemplares en el supuesto santuario animal.
Tailandia lleva siendo durante siglos el foco de atención de las mafias que trafican con especies animales, muchas de las cuales se encuentran en grave peligro de extinción. Pájaros exóticos, mamíferos y reptiles pueden comprarse con facilidad en algunos de los mercados callejeros del país. El comercio de productos como las pieles, el marfil y ciertas partes de estos animales para su uso en la medicina tradicional asiática son algunos de los motivos detrás del tráfico ilegal de especies.
En un comunicado, el consejero de la Fauna Salvaje de Asia-Pacífico de la organización ecologista World Animal Protection, Jan Schimdt, ha declarado que "estaba claro que el bienestar de los tigres no era su prioridad, ya que les explotaban comercialmente para el entretenimiento de los turistas".
Fuente: ecoticias.com
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