El teosinte
es una nueva especie exótica, pariente del maíz, que apareció en España en
2009. Su introducción está teniendo graves consecuencias para la agricultura y
la situación podría empeorar si se mezcla con el maíz transgénico.
Organizaciones de la sociedad civil exigen medidas urgentes a las
administraciones, que son muy conscientes del riesgo que entraña.
Organizaciones
de la sociedad civil denuncian que el Gobierno español no ha tomado medidas
para evitar el cruce entre el maíz transgénico MON810 con las poblaciones
silvestres de teosinte, pariente del maíz, tal y como afirma el propio
ejecutivo en una carta a las organizaciones de la sociedad civil. Esta
especie puede provocar graves daños para el medio ambiente y la agricultura.
Organizaciones de la sociedad civil exigen poner fin al cultivo de maíz
transgénico en la UE.
El teosinte
es un pariente silvestre del maíz, con origen en México, que se da en España
desde hace varios años como nueva especie exótica, una situación bien conocida
por la administración. El cruce entre el teosinte y el maíz puede provocar la
dispersión de transgenes procedentes del maíz modificado genéticamente y por
tanto su permanencia en el medio. Según las estimaciones del Gobierno, el maíz
MON810 produce un insecticida y su cultivo abarca más de 100.000 hectáreas en
España. Por este motivo, las organizaciones de la sociedad civil ya habían
informado a la Comisión Europea de la aparición del teosinte hace ya varios
meses. De hecho, muy recientemente la CE reconoció tener constancia del
problema y señaló la necesidad de que la Autoridad Europea en Seguridad
Alimentaria (EFSA) evaluase los datos.
"Nadie
sabe cómo se ha introducido el teosinte en España, pero se propaga rápidamente,
con graves daños para los agricultores. Una vez que el flujo genético comienza
es muy difícil controlar los daños para los agricultores y el medio
ambiente", ha declarado Blanca Ruibal de Amigos de la Tierra. "Por
esta razón solicitamos que se paralice inmediatamente la liberación y cultivo
de maíz transgénico en la UE”, concluye Ruibal.
Desde 1998,
fecha en la que se introdujo por primera vez el cultivo de MON810 en la UE, una
de las condiciones previas para su aprobación indicaba la necesidad de que no
existieran especies silvestres emparentadas que permitiesen la dispersión de
transgenes. Por lo tanto, la situación de los cultivos transgénicos es
completamente diferente con la aparición del teosinte en los campos de maíz
españoles desde el año 2009. Desde entonces no se han iniciado medidas para
evitar la propagación del teosinte. Según las organizaciones de la sociedad
civil, este hecho debería ser suficiente para prohibir el cultivo y liberación
de maíz transgénico en la UE. El 8 de julio tendrá lugar una reunión de los
estados miembros de la UE en la que se discutirán las autorizaciones existentes
y futuras del MON810, Bt11 y el maíz 1507.
Las
organizaciones de la sociedad civil urgen al Gobierno español a reaccionar de
forma inmediata y publicar más información en un ejercicio de transparencia
ante la sociedad; consideran fundamental conocer por qué el gobierno
español se ha negado a informar de manera oficial a la Comisión Europea. En
esta línea de falta de transparencia, Monsanto ha estado ocultando a su vez el
problema a la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, por sus siglas
en inglés) durante varios años, tal y como muestran los informes anuales de
seguimiento que exige la regulación europea.
"La
aparición de teosinte y el riesgo de dispersión de transgenes no deben seguir
ocultándose a la población. Si el teosinte adquiere el transgén del MON810 y
comienza a producir toxinas insecticidas esto podría suponer un riesgo sin
precedentes para el sector agrícola y el medio ambiente", afirma Andoni
García Arriola, de la Coordinadora de Organizaciones Agrarias y Ganaderas,
COAG.
Fuente: ecoticias.com
Fuente: ecoticias.com
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