Además de la
soja, el maíz, la colza, la remolacha azucarera y el algodón cuyos subproductos
efectivamente consumimos, hay otros que “oficialmente” o no han entrado en la
UE o ya no se cultivan o están en etapas de experimentación.
El arroz es
uno de los alimentos básicos para una gran parte de Asia. El arroz, el maíz y
el trigo son los cultivos más importantes del mundo, pero el primero constituye
la principal fuente de alimento para casi la mitad de la población mundial.
El arroz se
planta en regiones tropicales y subtropicales de todo el mundo, pero en China,
India y el sudeste asiático se cultiva el 90 % de la producción total de arroz.
Tailandia es el primer exportador del mundo e Italia el productor más
importante de Europa.
En la
actualidad no hay producción a gran escala de arroz genéticamente modificado en
ningún sitio; a pesar de que un tipo de arroz transgénico (LL62) ya ha sido
patentado y aprobado en los EEUU, los agricultores aún no han comenzado a
usarlo. La solicitud de aprobación para el uso de alimentos y piensos derivados
del arroz LL62 se ha presentado a la UE, pero se encuentra en proceso de
evaluación.
Papayas
Desde 1998,
las papayas genéticamente modificadas han sido cultivadas en Hawái, EEUU. Son
resistentes a una enfermedad viral doméstica y está aprobado su consumo tanto
en los EEUU como en Canadá.Varios países asiáticos están desarrollando
variedades de papaya transgénicas resistentes a las cepas virales locales.
Este tipo de
fruta no está aprobada en la UE, de hecho hasta ahora no se ha presentado
ninguna solicitud al respecto. Por lo tanto, la importación y la
comercialización papayas genéticamente modificados no está permitida para los
países de la UE.
Tomates
El tomate ha
sido un símbolo de los alimentos modificados genéticamente desde hace muchos
años. En 1994, esta fruta o verdura llegó al mercado en los EEUU como el primer
cultivo modificado genéticamente disponible. En la actualidad han desaparecido.
Este tomate
transgénico (FlavrSavr) tenía un gen "desactivado" por lo que la
planta ya no era capaz de producir poligalacturonasa, una enzima involucrada en
el ablandamiento del fruto. La premisa era que los tomates podrían madurar en
la planta y todavía tener una vida útil más larga y desarrollar todo su sabor.
Normalmente, los tomates se cosechan “verdes” y luego se maduran
artificialmente.
El puré de
tomate GM fue un gran éxito a mediados de los años 90 en Gran Bretaña. El hecho
de que eran de origen transgénico se indicaba claramente en la etiqueta. Más
tarde, se presentó una solicitud para la UE y a pesar de que los comités de
expertos científicos los evaluaron como inofensivos, no se llegó a un acuerdo.
La solicitud fue retirada en 2002.
Manzanas
El fuego
bacteriano es una enfermedad causada por una bacteria. Las ramas de los
manzanos afectadas se ven como si estuvieran "quemadas". Las
bacterias entran en la planta a través de aberturas tales como heridas y
grietas o por las flores.
Pasan el
invierno en la corteza y se reproducen en la primavera. Es una enfermedad
altamente contagiosa, que afecta a las manzanas, peras y membrillos. No hay
medios conocidos de controlar eficazmente el fuego bacteriano que se consideren
ecológicos y seguros.
Por esta
razón, varios institutos incluidos los de Europa, están trabajando en el desarrollo
de nuevas posibilidades de defensa de las plantas mediante ingeniería genética.
Ciertos genes han sido transferidos a las manzanas con el fin de que produzcan
determinadas sustancias que destruyan los agentes patógenos o bloqueen la
infección.
En EEUU hay
varias patentes de manzanas GMO aprobadas, pero no están permitidas en la UE.
Se espera, sin embargo, que la cantidad de pruebas de campo de manzanas GM
seguirá aumentando. También hay proyectos de frutas resistentes a los insectos
y con ablandamiento retardado.
Plátanos
Cerca de
cuatro millones de toneladas de plátanos se importan en la UE cada año, ninguna
es GMO. Una enfermedad fúngica (Negro Sigatoka) tiene en jaque a las
plantaciones de plátanos, que al realizarse en la modalidad de monocultivos,
ayuda a que las infecciones se propaguen de forma incontrolada; muchos esperan
que la ingeniería genética pueda ofrecer una solución, pero este tipo de
proyectos está aún en estudio.
Los
científicos anunciaron que tienen la intención de centrarse especialmente en
las variedades de banano que se encuentran en la naturaleza. Estos plátanos
silvestres pueden reproducirse por semillas y están constantemente confrontados
con los hongos y otros patógenos. La secuenciación del genoma debería permitir
a los investigadores descubrir los genes de resistencia que podrían
transferirse a variedades de alto rendimiento, sin semillas.
Si la cría
de plátanos resistentes con la ayuda de la ingeniería genética tiene éxito (se
están probando en EEUU y en Uganda) sería posible que la plantación de este
tipo fruta se generalizara y que acabara por desplazar a las variedades
convencionales. Antes de que se comercialice en la UE deberá ser aprobado su
uso.
Uvas
A mitad del
siglo XIX muchas nuevas enfermedades fúngicas (moho gris, moho polvoriento y
mildiu) aparecieron en Europa procedentes de América. Las variedades de vid
tradicionales se hicieron particularmente vulnerables a estas infecciones. La
ingeniería genética ofrece nuevas posibilidades para el desarrollo de
variedades resistentes a dichas afecciones. El éxito inmediato, sin embargo, es
poco realista.
El uso
intensivo de fungicidas todavía es común en muchos viñedos. Cuando la infección
está muy extendida, los viticultores pueden rociar hasta ocho veces al año sus
plantaciones y eso eleva los costos de produccion.
A menudo
algunas de las fumigaciones a las que se recurre se basan en soluciones de
cobre, que contaminan el suelo con metales pesados. Los métodos más nuevos,
pero que hasta ahora resultan menos eficaces incluyen preparaciones de arcilla
y extractos de plantas.
Fuente: ecoticias.com
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