En una protesta sin precedentes, diecinueve comunidades “pigmeas” en África Central han denunciado proyectos conservacionistas en sus tierras. Once de las comunidades han instado a los conservacionistas a que dejen de financiar patrullas antifurtivos que cometen abusos contra ellos.
El Fondo Mundial para la naturaleza (WWF) y la Sociedad para la Conservación de la Vida Silvestre (WCS), dos de las mayores organizaciones conservacionistas del mundo, han favorecido la creación de áreas protegidas en la región, de las que pueblos indígenas han sido expulsados ilegalmente.
“Pigmeos”
bakas y bayakas, y sus vecinos, han sufrido años de violencia,
intimidaciones y abusos como consecuencia directa de estos proyectos de
conservación en Camerún, el Congo y la República Centroafricana. Sin
embargo, las organizaciones que hay detrás de estos proyectos, como WWF y WCS, no han rectificado y continúan financiando las patrullas.
Por
su parte, un grupo de bayakas del pueblo de Socambo dijeron: “A pesar
del dinero que aportan para conservar la selva, nosotros no nos
beneficiamos en absoluto. Nuestros ancestros vivieron perfectamente en
esta selva (…) Por favor, piensen en nosotros, pobres indígenas, que
necesitamos la selva. Estamos enfadados por cómo el proyecto nos ha
separado de la selva”.
“Nosotros
(…) sufrimos mucho a causa de la conservación. Los guardas nos
amenazan, nos golpean, nos roban, incluso fuera del parque”, declaró un
bayaka de Mossapoula, que agregó: “Aún así tenemos derecho a entrar al
parque. Les pedimos que vengan a Mossapoula antes de continuar con su
financiación para que puedan escuchar nuestros problemas y pedir nuestro
consentimiento”.
El
jefe bakwele de Ndongo dijo: “WWF ha estado viniendo aquí desde 1996.
Éramos muy felices. Pero ahora nos encontramos marginados y atormentados
en todos los sentidos (…) Ahora sólo vivimos gracias al arroz, la
verdad. Señor, sus guardas son muy, muy agresivos y no queremos que
vengan aquí nunca más", y añadió: "En resumen, a los financiadores: si
tienen proyectos, vengan al terreno ustedes mismos. Repito: sus agentes
no están aquí para trabajar, sino para la corrupción. Los guardas se han
convertido en los verdaderos furtivos. Ya no respetan los límites del
parque. Ya no podemos entrar al parque”.
Los “pigmeos” se enfrentan a acosos y palizas, tortura e incluso muerte mientras se fomenta el turismo de caza mayor
entre los que pagan por ella. Pueblos indígenas y tribales están siendo
ilegalmente expulsados de buena parte de sus tierras ancestrales y
forzados a vivir a los lados de caminos donde la pobreza y las enfermedades abundan. Han experimentado violencia y un deterioro drástico de su salud en nombre de la conservación de la naturaleza; mientras, WWF y WCS se asocian con empresas madereras como Rougier, CIB y SINFOCAM.
El
director de Survival, Stephen Corry, manifestó: “Como demuestran estas
poderosas declaraciones de ‘pigmeos’, los proyectos de conservación
están resultando letales para los pueblos tribales de la cuenca del
Congo. Tal como ellos lo ven, WWF y WCS les han arrebatado sus tierras, ignorado sus derechos y han seguido financiando a quienes cometen abusos contra ellos. WWF y WCS
han convertido a los aliados naturales de la conservación en sus
víctimas. Las grandes organizaciones conservacionistas realmente
deberían empezar a escuchar a estas personas indígenas”.
Información de contexto
- WWF ha tenido un papel activo en la cuenca del Congo durante décadas. Survival planteó por primera vez sus preocupaciones sobre sus proyectos propuestos en 1991.
- La zona es el hogar de densas selvas tropicales y varias especies endémicas, como el pangolín gigante, el gorila occidental de llanura y el elefante de selva africano. Pueblos indígenas como los bakas o los bayakas han dependido y cuidado de este entorno durante generaciones.
- WWF ha tenido un papel activo en la cuenca del Congo durante décadas. Survival planteó por primera vez sus preocupaciones sobre sus proyectos propuestos en 1991.
- La zona es el hogar de densas selvas tropicales y varias especies endémicas, como el pangolín gigante, el gorila occidental de llanura y el elefante de selva africano. Pueblos indígenas como los bakas o los bayakas han dependido y cuidado de este entorno durante generaciones.
- Según informes de la Unión Europea, en Camerún no se está llevando a
cabo ninguna actividad maderera de forma legal. A pesar de ello, WWF se ha asociado con varias empresas que operan activamente en la región.
- WWF justifica la financiación, formación y
equipamiento de los guardaparques en base a la necesidad de proteger la
vida salvaje de los cazadores furtivos. Sin embargo, varios de estos
guardas forestales han estado involucrados en casos de tráfico ilegal de
especies silvestres. Este año, por ejemplo, un guardaparques llamado
Mpae Desiré fue arrestado por participar en este tipo de tráfico ilegal.
- Un baka contó a Survival: “Los guardaparques solían abrir pequeñas
latas de sardinas y las dejaban como cebo para atraer a leopardos, y
poder cazarlos por sus pieles” Los pueblos indígenas que habitan las
selvas tienen un conocimiento del entorno inconmensurable, pero WWF prefiere confiar en guardas armados y oficiales corruptos.
s
pueblos indígenas y tribales dependen de sus tierras, de las cuales han
cuidado durante milenios. Sus tierras no son zonas vírgenes o
despobladas. Las pruebas demuestran que cuidan su medioambiente mejor
que nadie. Son los mejores conservacionistas y guardianes de la
naturaleza. Deberían estar al frente del movimiento medioambiental.
Y
sin embargo están siendo expulsados ilegalmente de sus tierras
ancestrales en nombre de la conservación de la naturaleza. Las grandes
organizaciones conservacionistas son culpables de apoyar esto. Nunca se
pronuncian en contra de las expulsiones.
Las
grandes organizaciones conservacionistas están asociadas con la
industria y el turismo, y están destruyendo a los mejores aliados del
medioambiente.
Fuente: survival.es
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