Cincuenta y dos manifestantes han sido absueltos de todos los cargos
relacionados con la masacre de Bagua, uno de los episodios más
sangrientos de la historia reciente de Perú.
Los manifestantes, algunos de los cuales eran indígenas, fueron
acusados de asesinar a doce policías en junio de 2009. Lo que empezó
como una manifestación pacífica terminó en violentos enfrentamientos que
se saldaron con la muerte de al menos veintitrés policías, cinco
indígenas y cinco civiles, y más de 200 personas heridas. Informes no
oficiales sugieren que hubo muchas más muertes.
La protesta comenzó cuando varios miles de indígenas awajún y wampis
bloquearon una carretera en la “Curva del Diablo” en la Amazonia
peruana. Se manifestaban en contra de los planes del Gobierno peruano de
privarles de sus derechos y abrir la Amazonia a la exploración de
hidrocarburos y a la minería. Estos planes fueron fruto de un acuerdo de
libre comercio alcanzado entre Perú y EE.UU en 2006.
Las fuerzas de seguridad peruanas fueron enviadas al lugar de la
protesta para poner fin al bloqueo. Su presencia desencadenó un violento
enfrentamiento que Survival expuso en un informe y que ahora es objeto de un reciente documental.