El Canal de Isabel II adquiere compromisos millonarios, en plena
crisis, para construir las infraestructuras necesarias que permitan a
los campos de golf, gestionados por las empresa Moraleja Golf SA y La
Pradera del Rincón SA, regar sus instalaciones. El importe de las obras
podría oscilar entre ocho y diecisiete millones de euros.
Ecologistas en Acción considera inaceptable la política de despilfarro
de dinero público que el Gobierno regional viene haciendo para favorecer
una actividad deportiva privada que carece de interés social.
Uno de los aspectos más controvertidos de los campos de golf es el
elevado consumo de agua que requiere el mantenimiento de sus extensas
praderas de césped. Para aparentar reducir este impacto, en los últimos
años, los promotores de campos de golf se comprometen a regar con agua
regenerada procedente de depuradora. El problema es que los costes de
construcción de las infraestructuras que permiten alcanzar los niveles
de calidad exigidos para el riego, así como su posterior gestión, son
muy elevados. Para minimizar el impacto que esta inversión pudiera
tener sobre las arcas de las empresas privadas, el Canal de Isabel II
desembolsa la totalidad del importe de la construcción que
posteriormente repercute a las empresas privadas, mediante el cobro de
facturas bimensuales a plazos de hasta 20 años u otros sistemas.