A muchos españoles, sobre todo a los de cierta edad, la primera imagen que les viene a su memoria al pensar en el accidente nuclear de Palomares es la famosa foto de Manuel Fraga, fundador del PP y entonces ministro de Información y Turismo, bañándose en sus playas acompañado del embajador estadounidense en España, Angier Biddle. Es la instantánea que el régimen franquista empleó para demostrar al país que la zona no era peligrosa y silenciar así el gravísimo incidente que ha enfrentado al gobierno estadounidense y al español durante décadas.
Y el aniversario coincide con el archivo por parte de la Fiscalía General del Estado de la demanda por vía penal presentada por Ecologistas en Acción contra el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN), el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) y diversos miembros de los gobiernos que se han sucedido en estas cinco décadas por un supuesto "delito continuado contra los recursos naturales y el medio ambiente".