Quien contamina debería pagar, aunque los hechos se remonten a hace casi 20 años. O al menos eso dice un tribunal de Ecuador.
Dicho tribunal ha condenado a la petrolera estadounidense Chevron a una sanción de 8.000 millones de dólares (6.100 millones de euros) como compensación por contaminar la Amazonia. Es la culminación de un proceso judicial que ha durado casi veinte años y en el que las comunidades indígenas agrupadas en el Frente de Defensa de la Amazonia reclamaban que la empresa hiciese frente a sus responsabilidades por los vertidos masivos de residuos tóxicos en los años setenta y ochenta.
Más de 30.000 ecuatorianos han respaldado esta demanda ya que consideran que la empresa fue negligente cuando explotaba campos de petróleo en la Amazonia Ecuatoriana, causando graves daños al medio ambiente y a la propia población. A este proceso se le denomina en Ecuador el “juicio del siglo” y sienta un importante precedente, una razón por la cual está siendo seguido muy de cerca por el resto de la industria petrolera (y otras).
Dicho tribunal ha condenado a la petrolera estadounidense Chevron a una sanción de 8.000 millones de dólares (6.100 millones de euros) como compensación por contaminar la Amazonia. Es la culminación de un proceso judicial que ha durado casi veinte años y en el que las comunidades indígenas agrupadas en el Frente de Defensa de la Amazonia reclamaban que la empresa hiciese frente a sus responsabilidades por los vertidos masivos de residuos tóxicos en los años setenta y ochenta.
Más de 30.000 ecuatorianos han respaldado esta demanda ya que consideran que la empresa fue negligente cuando explotaba campos de petróleo en la Amazonia Ecuatoriana, causando graves daños al medio ambiente y a la propia población. A este proceso se le denomina en Ecuador el “juicio del siglo” y sienta un importante precedente, una razón por la cual está siendo seguido muy de cerca por el resto de la industria petrolera (y otras).