En búsqueda de una mejor salud, muchas personas han sido guiadas por
el mercadeo y medios de comunicación para cambiar el azúcar por los
edulcorantes artificiales. Aunque eliminar el azúcar es sin duda una
buena decisión para la salud, no está muy claro si reemplazarla con
edulcorantes artificiales es mejor.
Ahora, un nuevo estudio canadiense ha descubierto el lado amargo de los edulcorantes artificiales.
Una
revisión sistemática y meta análisis examinaron los datos de 30
estudios que siguieron a 405.907 personas, con siete estudios
controlados de 1.003 personas. Los resultados no fueron buenos. En los
estudios controlados, los edulcorantes artificiales no tuvieron ningún
beneficio significativo para el índice de masa corporal. En los 30
estudios que siguieron a las personas durante un promedio de 10 años,
los edulcorantes artificiales en realidad llevaron a un aumento en el
índice de masa corporal. Es decir, los alimentos y bebidas
comercializadas para la pérdida de peso condujeron a un mayor aumento de
peso.
Y mientras que los estudios controlados no encontraron
efectos sobre otras medidas de salud — positivas o negativas– los
estudios que siguieron a la gente encontraron que los edulcorantes
artificiales están asociados con el aumento de peso, el aumento de la
circunferencia de la cintura, obesidad, presión arterial alta, eventos cardiovasculares, síndrome metabólico y diabetes tipo 2.