Empecemos por el principio;
¿Cómo diferenciar la estela de un avión normal, de uno que suelta productos químicos nocivos?
Lo primero que hay que hacer para convencerse de que este fenómeno es cierto hace falta verlo con los propios ojos. Los aviones de toda la vida, por así decirlo, dejan una estela de condensación compuesta básicamente por queroseno y vapor de agua, que en pocos minutos ha desaparecido completamente de la faz del cielo.
El rastro que dejan los chemtrails
sin embargo puede durar horas, mientras su apariencia se va
transformando en una nube. Si alguna vez logras divisar uno de estos
aviones no te dejará indiferente, ya que siempre trabajan en grupo,
haciendo trayectorias en el cielo que acaban por dibujar líneas
paralelas y que se cruzan.