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21 octubre 2012

Setenta y cuatro reactores nucleares del mundo están en zonas de riesgo de tsunami.



Un grupo de investigadores de la Universidad Católica de Lovaina (Bélgica) ha determinado que hay 23 centrales nucleares en el mundo en zonas de riesgo de maremoto (tsunami). Están situadas en la zona del sureste de Asia, al igual que la de Fukushima I (Japón), que sufrió las consecuencias del tsunami el año pasado. En conjunto suman 74 reactores en peligro.

Accidente en central nuclearLos tsunamis son sinónimo de destrucción de ciudades y hogares y, desde el que azotó la costa japonesa en marzo de 2011, también sabemos que provocan desastres nucleares, ponen en peligro la seguridad de la población y contaminan el medioambiente. Como estos fenómenos son todavía difíciles de predecir, un equipo de científicos ha evaluado las zonas “potencialmente peligrosas” con centrales nucleares terminadas y en construcción.

En el estudio, que se ha publicado en Natural Hazards, los investigadores trazaron un mapa de las zonas geográficas con mayor riesgo de grandes tsunamis en el mundo. Basándose en estos datos, se han identificado 23 centrales nucleares –incluida Fukushima I– con 74 reactores en áreas de alto riesgo. De ellas, 13 centrales con 29 reactores están activas; otras cuatro, que ahora cuentan con 20 reactores, se están expandiendo con nueve más; y hay siete nuevas centrales en construcción con 16 reactores.

20 marzo 2012

Los peligros de la leche y sus derivados

A pesar de la creencia general la leche animal no es adecuada para el consumo humano. Puede provocar numerosas patologías. Y no ayuda a fortalecer los huesos; en Estados Unidos, el mayor consumidor mundial de leche, es donde hay más casos de osteoporosis. Al contrario, la leche animal nos acidifica y desmineraliza pudiéndonos provocar osteoporosis. De hecho las mujeres vegetarianas que no toman leche tienen un 18% de pérdida de hueso mientras las omnívoras padecen una pérdida ósea del 35%. En cuanto a los niños lactantes sépase que éstos asimilan bien la caseína de la leche materna pero no la de la leche de vaca. Ésta puede inflamar el organismo y ser causa de intolerancias y alergias. Además está constatado que los niños que toman varios vasos de leche al día tienen sus arterias en peores condiciones que los que no la toman. Sin olvidar que la leche de vaca contiene 59 tipos diferentes de hormonas que pueden ser causa de muy diversas enfermedades degenerativas.