Limón: El ácido del limón hace que las membranas mucosas le sepan mal a las bacterias y los virus. El aceite de limón (que le da al jugo esa fragancia) es antiviral, antihongos y antinflamatorio, además de expectorante. Las altas dosis de vitamina c, por supuesto, suben las defensas del cuerpo. Todas las bebidas calientes para la gripe son siempre mejores con limón.
Sauco: La infusión de las flores diminutas y blanco amarillentas de este árbol es bendita para la tos, las alergias y otras adversidades de las vías respiratorias porque, además de tener una acción sudorífica que baja la fiebre, también es diurético y hace que el cuerpo elimine rápidamente las toxinas a través de estas dos vías (el sudor y la orina). Así mismo actúa como calmante y aumenta la producción de secreciones bronquioalveolares.