Tras semanas de silencio, uno de los rehenes pudo llamar a su familia. Les contó que había recibido palizas y amenazas.
El pasado 4 de octubre las oficinas de la cooperativa Dylacha, gestionada por la tribu evenk de Buryatia, en Siberia, fueron atacadas.
Según declaraciones de los testigos, los atacantes, sin identificar, irrumpieron en la oficina y arrinconaron a los trabajadores a punta de pistola antes de secuestrar a los dos hombres evenks.
De las informaciones obtenidas se extrae que posiblemente los atacantes vestían uniformes de OMON (una unidad especial de policía del Ministerio de Asuntos Interiores de Rusia); presuntamente habrían recibido ayuda del servicio secreto.