España se encuentra entre los países de la Unión Europea que posee los ríos con niveles más preocupantes de contaminación y en muchos casos los datos ni siquiera se conocen, salvo por parte de los vecinos de la zona.
Desde el volcado de sustancias venenosas directamente a sus corrientes, hasta el usarlo como cloaca para deshacerse de las aguas fecales de una comarca, los ríos españoles han visto de todo: pasar, flotar y disolverse en sus corrientes y destruir el Medio Ambiente local de manera casi irremisible.
Todo ello afecta directamente a los pobladores cercanos que en algunos casos no pueden siquiera usar el agua (ni después de ser depurada) para bañarse. Pero la fauna y la flora también son víctimas inocentes de los venenos que puedan traer las aguas de las que dependen sus hábitats.