Con la llegada de la primavera, y al no brotar, en el municipio de Barrado, en el Valle del Jerte, se han dado cuenta de que dos grandes robles han sido envenenados, probablemente sin solución.
Uno de ellos es el Roble Grande de la Solana, declarado árbol singular de Extremadura, y el otro es de la misma especie y por parte del municipio de Barrado estaba proyectada la solicitud para su declaración también por parte de la Junta.
Según fuentes municipales el procedimiento en ambos casos ha sido el mismo, con un espadín de podar han hecho hendiduras y vertido dentro un herbicida, que ha penetrado hasta las raíces. Podría ser glifosato, u otro principio activo.
El Seprona de la Guardia Civil ha empezado las investigaciones, y por parte de los técnicos forestales van a sellar las heridas en espera de que la fortaleza de los árboles se imponga, aunque es poco probable.