10 octubre 2011

¿Cuánto nos va a costar la energía?


Paneles solares
La mentira por excelencia que se dice sobre las renovables es que son caras. Los que lo dicen y repiten no solo mienten, sino que ocultan una verdad aplastante de la energía: la energía producida con fuentes renovables cuesta cada vez menos y la producida con energías sucias cada vez más.

La realidad está oculta en la letra pequeña del borrador de Plan de Energías Renovables 2011-2020 del Gobierno: la mayoría de las tecnologías renovables presentan costes inferiores a los del ciclo combinado de gas en la presente década, e incluso varias de esas tecnologías renovables (hidráulica, eólica, geotermia o biomasa industrial) ya tienen actualmente costes totales inferiores a los ciclos combinados de gas. Y todo eso sin contar lo que cuesta la contaminación y el cambio climático.


Ya hablamos en este blog de lo poco que tiene que ver lo que cuesta la energía con lo que pagamos por ella. Lo que no pagamos hoy es porque se nos acumula como deuda, económica y ecológica. Por eso es muy importante saber cuáles serán los costes de las distintas opciones de modelo energético. 


Energía 3.0 ha analizado con detalle las tendencias de costes de: la electricidad renovable, las emisiones de CO2, los combustibles fósiles, la energía nuclear (tanto combustibles como operación y mantenimiento), el hidrógeno, otros recursos energéticos (como la solar térmica, la biomasa o los biocombustibles procesados), la generación eléctrica fósil y nuclear e incluso el coste del ahorro.

Las ventajas que tiene aplicar la inteligencia y la eficiencia sobre el coste total del sistema energético son claras. Ya en la actualidad el coste total que tendría cubrir el consumo de energía con eficiencia y con renovables sería igual o inferior al coste de hacerlo con la poca eficiencia y con las energías sucias que se utilizan hoy. En 2050, la diferencia se hace mucho mayor: si seguimos como hasta ahora, el coste total de la energía se elevará a más del triple respecto al actual, mientras que si cambiamos todas las fuentes de energía por renovables ese coste sería la mitad, y si además reducimos la demanda con todas las posibilidades de la eficiencia el coste total se nos quedaría en menos del 10%. 

Esto deja un margen muy grande de recursos económicos para dedicar a medidas de eficiencia e inteligencia. El uso inteligente de estos recursos liberados es lo que define una economía sostenible.

Acelerar el proceso de transición de un modelo a otro proporciona grandes ahorros económicos. En términos de costes promedios del sistema energético en el periodo 2007 – 2050, un retraso de 20 años en emprender acciones (transición retardada) conduciría a un coste de más del doble respecto a una transición responsable (que se acelerara en los primeros años). Si el proceso fuera lineal en el tiempo conduciría a un coste del 49% por encima del correspondiente a un escenario de transición responsable. 

El ahorro económico total de aquí a 2050 sería de más de 200.000 millones de euros al año en promedio, una cantidad diez veces superior al déficit español de petróleo y derivados. A su lado, lo que invertimos en primas a las renovables resulta ridículo.

Jose L. García Ortega, responsable de Energía limpia de Greenpeace
 

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