La imputación de dos personas por la muerte a tiros de un lince ibérico,
tras una larga y compleja investigación por parte del Servicio de
Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, es una noticia muy
positiva y por la que WWF desea felicitar a los agentes del Seprona que
han trabajado en el caso. La organización se personará en la causa, e
insta a otras asociaciones a sumarse, dada la gravedad del caso y ante
la necesidad de lograr una sentencia ejemplarizante.
Se trata de la primera vez que se imputa a una persona por la muerte a tiros de un lince ibérico en la zona de Doñana. Gracias a la magnífica labor de los agentes del Seprona, se ha realizado una investigación en profundidad que ha llevado a la detención de los presuntos culpables. Esperamos que también sea posible aclarar el caso de ‘Esponja’, muerto por la misma causa en septiembre de 2010.
Una vez esclarecidos los hechos, WWF considera imprescindible que las
asociaciones ecologistas y de cazadores y la propia Junta de Andalucía
se personen en la causa, a fin de conseguir una sentencia condenatoria
que demuestre que este tipo de actitudes no pueden quedar impunes. Se trata de la primera vez que se imputa a una persona por la muerte a tiros de un lince ibérico en la zona de Doñana. Gracias a la magnífica labor de los agentes del Seprona, se ha realizado una investigación en profundidad que ha llevado a la detención de los presuntos culpables. Esperamos que también sea posible aclarar el caso de ‘Esponja’, muerto por la misma causa en septiembre de 2010.
Por otra parte, las entidades de cazadores de la Comarca de Doñana han estado implicadas desde el primer momento en los proyectos de recuperación del lince ibérico, siendo participantes activos en los proyectos Life-Lince, por medio de la celebración de cursos y seminarios para sus miembros, el apoyo a nuevos modelos de gestión del territorio, y facilitando actuaciones de recuperación del medio natural, como la colaboración a la hora de recuperar las poblaciones de conejo en su fincas. La Sociedad de Cazadores de Puebla del Río, por ejemplo, denunció el hallazgo del cadáver del lince “Fael” en febrero de 2010.
Gracias al trabajo de diferentes entidades, los episodios de linces muertos a tiros son cada vez más aislados. Sin embargo, la labor de los colectivos queda empañada con las acciones de personas que no representan al los cazadores y que deben ser expulsados del mundo de la caza.
Para Juan Carlos del Olmo, Secretario General de WWF España: “Es una vergüenza que a principios del siglo XXI todavía existan personas que disparen sobre especies protegidas como el lince ibérico”. Y concluye: “El lince es un símbolo de Doñana y también de la lucha contra la extinción de una especie emblemática. No se puede tolerar que la actitud irresponsable de unos pocos ponga en peligro el esfuerzo de todos”.
Fuente: WWF
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