Las energías renovables dan
empleo a 111.455 trabajadores en España y contribuyen al PIB con cerca del 1%
(casi 10.000 millones de euros, el doble de las primas que reciben). Gracias a
ellas, nos hemos ahorrado en el periodo 2005-2010 más de 9.000 millones de
euros en costes energéticos. Son datos del estudio que ha elaborado Deloitte
para APPA , que se ha publicado hace unos días.
Esos beneficios se multiplicarían hasta un
ahorro de más de 200 mil millones de euros al año si optásemos por un sistema
energético eficiente, inteligente y 100% renovable, que nos permita satisfacer
nuestras necesidades de servicios energéticos de manera sostenible y asequible,
tal como ha demostrado Greenpeace en el informe Energía 3.0.
Será porque han hecho esos
cálculos, será por el efecto Fukushima o por simple sentido común, pero cada
vez más países están dando pasos en esa dirección.
El caso más conocido es el de
Alemania, que ha decidido cerrar todas sus centrales nucleares de aquí a 2022,
con una inversión masiva en renovables (que dan empleo actualmente a 367.000
personas) y sin renunciar a su compromiso de reducción de emisiones de un 40%
para 2020. Pero no es solo Alemania.
El nuevo Gobierno de Dinamarca se
ha comprometido a ampliar el ya ambicioso plan del ejecutivo anterior, de forma
que toda la energía que consuman será renovable para 2050. Ese objetivo 100%
renovable se alcanzará en 2035 para los sectores de la electricidad y el calor.
La mitad del consumo eléctrico tradicional del país vendrá de energía eólica
para 2020. Se cerrarán todas las centrales térmicas de carbón (Dinamarca no
tiene nucleares) y las calderas de productos petrolíferos para 2030 como muy
tarde. Las emisiones de gases de efecto invernadero se reducirán en un 40% en
2020 respecto a 1990.
Suiza ha aprobado por ley el cierre
de todas sus nucleares cuando cumplan 40 años como máximo y suspender la
construcción de las nuevas centrales que las sustituirían. Eligen estimular las
energías renovables y la eficiencia energética.
Japón tiene cerradas 43 de sus 54
centrales nucleares desde el desastre de Fukushima. Gracias a las estrictas
medidas de eficiencia energética, han conseguido pasar todo el verano sin
cortes de luz. El cierre de nucleares va a continuar durante los próximos
meses, dado que el rotundo rechazo de la sociedad y de los gobiernos locales
impiden su puesta en marcha, de forma que para el próximo abril podrían estar
todas cerradas. El Gobierno ha aprobado una ley para impulsar un crecimiento a
gran escala de las renovables.
China, que ya se ha convertido en
el mayor productor mundial de equipamiento solar y eólico, no quiere ser solo
exportador de estas tecnologías y ha anunciado un sistema de primas para
incentivar la producción de electricidad solar para su propio consumo. Además,
por motivos ambientales y de salud pública, está limitando la quema de carbón al
haber establecido nuevos límites de emisiones de NOX y mercurio, y reforzado
los de SO2 y partículas, obligatorios para todas las térmicas de carbón que se
construyan a partir de 2012 y para todas las existentes desde 2014. Como
consecuencia, el encarecimiento de la electricidad procedente del carbón ya
está haciendo abandonar la producción a varias centrales térmicas.
Hasta Kuwait, el quinto mayor
productor de petróleo de la OPEP, ha visto que el futuro está en las renovables
y se ha fijado un primer objetivo de suministrar con estas energías limpias el
10% de su electricidad en 2020.
Todos esos países se han dado
cuenta de los beneficios de las renovables y se han sumado a la [r]evolución
energética silenciosa . Sin embargo, aquí, el Gobierno sigue cautivo de los
intereses de las grandes eléctricas y petroleras. ¡Exijamos energía limpia a
los candidatos a las elecciones!
Fuente: Jose
L. García Ortega, responsable de Energía limpia de Greenpeace
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