En 1999 y 2006 los jarawas padecieron brotes de sarampión, una enfermedad que ha provocado la extinción de muchos pueblos indígenas en todo el mundo tras entrar en contacto con foráneos.
Se cree que los antepasados de los jarawas y de otros pueblos indígenas de las Islas Andamán formaron parte de las primeras migraciones humanas exitosas fuera de África. Cientos de miles de colonos indios viven actualmente en las islas, y superan ampliamente en número a la población indígena.
¿Cómo viven?
Los jarawas cazan cerdos y lagartos monitor, capturan peces con arcos y flechas y recolectan semillas, bayas y miel. Son nómadas y viven en grupos de 40 a 50 personas. En 1998, algunos de ellos empezaron a salir de la selva por primera vez para visitar poblaciones y asentamientos cercanos.¿A qué problemas se enfrentan?
La principal amenaza para la existencia de los jarawas viene de la invasión de sus tierras, que comenzó con la construcción de una carretera a través de su selva en los años 70. La carretera trae colonos, cazadores furtivos y madereros hasta el corazón de su tierra.La invasión supone exponer a los jarawas a enfermedades contra las cuales no tienen inmunidad, y crear dependencia de los foráneos. Los furtivos roban la caza de la que dependen los jarawas, y hay informes sobre explotación sexual de las mujeres jarawas.
El turismo también es una amenaza para los jarawas, con touroperadores que conducen a los turistas por la carretera a través de la reserva cada día con la esperanza de ver a miembros del pueblo indígena. A pesar de las prohibiciones, los turistas se paran a menudo para contactar con los jarawas.
Desde 1993, Survival ha estado solicitando al Gobierno indio que cierre la carretera, proteja la tierra de los jarawas y les permita tomar sus propias decisiones acerca de su futuro.
En 1990 las autoridades locales anunciaron sus planes de sedentarizar por la fuerza a los jarawas. La sedentarización forzosa resultó ser mortal para otras tribus de las Islas Andamán y siempre lo ha sido para los pueblos recién contactados en todo el mundo. Después de una fuerte campaña organizada por Survival y organizaciones locales, este proyecto fue finalmente abandonado.
En 2004 las autoridades anunciaron una política nueva y radical al declarar que permitirían a los jarawas elegir su propio futuro y que la intervención externa en sus vidas se reduciría al mínimo.
En 2002 el Tribunal Supremo de la India ordenó el cierre de la carretera que atravesaba la tierra de los jarawas. A pesar de ello, aún permanece abierta y la caza furtiva y la explotación suponen cada vez un peligro mayor.
Survival está haciendo campaña para asegurar que se cierre la carretera y que se ponga en práctica la política de intervención mínima.
Fuente: Survival
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