La eurodiputada y exministra francesa Corinne Lepage ha denunciado
la "mafia" de la industria transgénica en Europa porque en su opinión,
los organismos genéticamente modificados (ogm) representan una amenaza
para la salud y la agricultura.
Durante su visita de este jueves a Madrid, Lepage ha presentado su
libro 'La verdad sobre los Transgénicos' y ha apoyado la alianza
estatal contra los transgénicos.
Así, la europarlamentaria ha señalado que, durante años la
industria de los transgénicos y sus gobiernos afines han construido el
mito de que los "cultivos transgénicos son los alimentos más evaluados
de la historia, y tienen el visto bueno de comités científicos
independientes y responsables". Sin embargo, ha denunciado que si se
analiza la composición y el trabajo de estos comités, tanto a nivel de
España como de la Unión Europea, se demuestra que "esto es falso".
Además, ha subrayado que las decisiones en torno a los
transgénicos son opacas y se toman de forma sesgada y responden a los
intereses de las grandes multinacionales no a las preocupaciones de la
ciudadanía.
Asimismo, ha denunciado que, en particular, el lobby transgénico
ha logrado en estos años que no se preste atención a los impactos sobre
la salud de los alimentos modificados genéticamente.
Para la directora de Amigos de la Tierra, Liliane Spendeler, ha
agregado que los transgénicos forman parte de un modelo agrario "muy
perjudicial" para el medio ambiente. En este sentido, ha añadido que el
monocultivo y el uso intensivo de agrotóxicos son "responsables de
algunos de los problemas ambientales más graves en la actualidad".
Por su parte, la directora de la Confederación de Consumidores y
Usuarios, Conchi Martín Rey, ha manifestado que los transgénicos no
presentan "ninguna ventaja" para los consumidores y que las dudas sobre
los efectos en la salud resultan "muy preocupantes", así como la
pérdida de variedad genética y la "imposibilidad" de elegir libremente
nuestra alimentación.
Por su parte, la representante de COAG Marta Piqueras ha añadido
que "los transgénicos destruyen el modelo de agricultura social y
sostenible" y provocan la pérdida de la soberanía alimentaria, además de
vulnerar el derecho a decidir qué comer y cultivar.
Finalmente, en el encuentro se ha recordado que el 90 por ciento
de la producción de maíz transgénico de uso comercial se concentra en
España, donde también se realizan el 67 por ciento de los experimentos
al aire libre de toda Europa. Sin embargo, países como Francia,
Alemania, Italia, Polonia, Grecia, Bulgaria, Luxemburgo, Suiza, Irlanda,
Hungría o Austria han prohibido estos cultivos en sus territorios al
suscitar serias dudas sobre sus efectos en la salud y en el medio
ambiente.
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