La compañía de electricidad informó a través de su página web que el sistema de enfriamiento de la unidad 6, se detuvo repentinamente durante una prueba de arranque automático, tras lo cual procedieron con los preparativos para reactivar el generador.
Tepco informó que el sistema se detuvo por la acción de operarios que manipularon un dispositivo durante la puesta en marcha de la prueba, violando así ciertas disposiciones.
La compañía tardó dos horas en reactivar el sistema de enfriamiento, al momento del apagón la temperatura del agua era de 27, 1 grados celsius, pudiendo aumentar hasta un grado por hora.
Al reactivar el generador, a las 13H00 locales, la compañía informó que la temperatura del agua llegó a los 28 grados celsius, siendo esta estable, señala el comunicado.
Funcionarios de Tepco explicaron que dicha temperatura no causó males mayores, ya que todavía era baja, sin embargo, inspeccionaron todos los puntos de monitoreo de los alrededores de la central nuclear, para comprobar que no hubo cambios en los niveles de radiación.
En 2011, Japón sufrió un terrible terremoto y posterior tsunami que afectó severamente a la central nuclear de Fukusima, que mantiene aún en vilo a la población y al Gobierno nipón.
Luego del desastre natural, las autoridades japonesas cancelaron las operaciones de todas las plantas nucleares en el país, actualmente estudian la aplicación de medidas severas de seguridad y protección, a fin de evitar episodios similares.
El accidente nuclear dejó al menos 29 mil víctimas mortales, cuantiosas pérdidas materiales y la sensación de que todavía hay peligro de radiactividad.
El pasado 26 de junio, el Gobierno de la prefectura japonesa de Fukushima (noreste) reconoció errores en la medición de la radiactividad recibida por los ciudadanos tras el siniestro.
Los datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Ciencias Radiológicas, refiere que a 16 mil personas de 420 mil les han diagnosticado menos exposición a las radiaciones, que la recibida en realidad.
Por su parte, cerca del 10 por ciento de los empleados de la central nuclear, unos mil 973 trabajadores, han sido expuestos a índices peligrosos de radiación superiores a 100 milisievert anuales, lo que incrementa el riesgo de padecer cáncer de tiroides.
La cifra de trabajadores expuestos a índices peligrosos sería diez veces mayor que la presentada en el pasado mes de febrero por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
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