Indignación entre varios grupos de campesinos que, cansados de tanta
desidia gubernamental, denunciaron en Radio Ñandutí los diferentes
atropellos que sufren algunos parques nacionales del Paraguay a manos de
productores sojeros, algunos de estos de nacionalidad brasileña.
El
programa radial 'Made in Paraguay' fue el sitio de denuncia de la
desaparición de un parque nacional de 2.000 hectáreas, denominado Yacui.
Son los mismos indignados que informaron –en formato de denuncia- que
el parque Ñacunday está siendo invadido y depredado por los productores
de soja, que avanzan sobre los montes naturales.
Los sojeros han
actuado hasta el momento con total impunidad, y la inacción es el
consentimiento de las autoridades pertinentes en la zona del Alto Paraná.
La Corte Suprema de Justicia aprobó que las tierras del
Ñacunday fueran distribuidas a colonos de origen brasileño, durante el
gobierno militar de Stroessner, y a partir de allí comenzó la
depredación de las 272.000 hectáreas. Uno de los campesinos, Federico
Ayala, dijo a Radio Ñandutí que dos Parques Nacionales, Ñacunday y
Yacui, "fueron invadidos y alambrados por Favero, depredándose riquezas
naturales maravillosas como el gran salto del Ñacunday y bosques
nativos, que fueron arrasados por topadoras para plantar soja
transgénica afirman pobladores de la zona", aludiendo a uno de los
tantos empresarios que desforestan el lugar.
Destructores de bosques
"La
guerra mediática explota en su maquiavélica agenda la imagen de los
campesinos paraguayos pobres como los criminales del ambiente, los
expoliadores de árboles, y los destructores de bosques para rollos. La
mentira tiene el tamaño de las tierras de Favero, el gran depredador del
Paraguay, ya que desde la época de Stroessner alambró tierras públicas
como su propiedad privada en forma ilegal, e incluso se habría apoderado
de Parques Nacionales, sin que el Estado paraguayo se inmute,
investigue y recupere. El grupo Favero acumula territorios tanto en la
región oriental como occidental, alcanzando según cifras extraoficiales
más del millón de hectáreas en manos de un solo propietario, mientras
más de 300.000 familias no tienen tierras para cultivar en Paraguay",
señalan los entrevistados.
Los bosques han desaparecidos, las tierras
han sido arrasadas por las grandes topadoras. Donde había monte, hoy
hay soja. Y esta extensión del cultivo lleva a que el empresario Favero
haya anexado a su peculio de campos, parques nacionales. Juan Ramón
Galeano, líder campesino de la zona, indicó que el Parque Nacional
Ñacunday y Yacui ya fueron deforestados por Favero. Otros testimonios
citaron cifras y cantidad de hectáreas cultivadas, donde un solo grupo
empresarial dispone de 171.000 hectáreas en la zona del Chaco, y todo en
detrimento de los bosques naturales y parques nacionales.
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