La Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos (CCAMLR) debatía desde hacía diez días en la ciudad australiana de Hobart dos propuestas que preveían restricciones de pesca comercial en unos 3 millones de kilómetros cuadrados de mar.
Participantes en el encuentro, al que acudieron más de 200 científicos y delegados de los 24 países miembros y la Unión Europea, recriminaron a Rusia que abandonara anoche unas discusiones que se creía bien encaminadas.
“Es muy frustrante para todos los miembros (…). Creo que la mayoría de miembros que vinieron aquí pensaban que seríamos capaces de llegar a un acuerdo sobre las zonas protegidas, al menos esta vez”, dijo el delegado sueco Bo Fernholm a la televisión ABC.
Australia, Francia y la Unión Europea presentaron una de las propuestas que preveía la protección de 1,6 millones de kilómetros cuadrados en el este antártico para preservar los recursos naturales y controlar la actividad pesquera en la zona.
La iniciativa pretendía proteger áreas que son vulnerables o que juegan un papel ecológico importante en el desarrollo de kril, merluzas, pingüinos y mamíferos.
Estados Unidos y Nueva Zelanda propusieron a su vez la creación de un área marina protegida de 1,25 millones de kilómetros cuadrados para salvaguardar la región del Mar de Ross.
El director de la División Australiana Antártica, Tony Fleming, dijo que volverán a presentar las propuestas en la próxima reunión del organismo internacional el año que viene.
“Con los indicios de los apoyos que hemos obtenido en la reunión de este año, confiamos en que lograremos el consenso en el encuentro del año que viene”, dijo Fleming.
Esta ha sido la tercera vez que la CCAMLR rechaza por falta de consenso las dos propuestas, que ya fueron debatidas el pasado año en Hobart y en julio de este año en Alemania.
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