El presidente de Botsuana Ian Khama ha prohibido toda la caza a nivel nacional, incluso a los bosquimanos
que dependen de ella para alimentar a sus familias; sin embargo existe
una excepción para los cazadores que compiten por trofeos que pagan
hasta 8.000 dólares por cazar jirafas y cebras.
Los turistas ricos están siendo invitados a viajar a Botsuana para la
caza mayor en haciendas privadas que han quedado exentas del veto. Sin
embargo, a los bosquimanos de la Reserva de Caza del Kalahari Central (CKGR, según sus siglas en inglés), que llevan cazando con lanzas, arcos y flechas desde hace miles de años, se los detiene, encarcela y golpea por practicar caza de subsistencia.
La prohibición desobedece claramente la histórica sentencia del
Tribunal Supremo de Botsuana de 2006 que reconoce el derecho de los
bosquimanos a cazar en su tierra ancestral dentro de la reserva.
El pasado mes de febrero el Presidente Khama asistió como invitado de honor a una conferencia contra la caza furtiva en Londres,
que contó también con la presencia del Príncipe Carlos y de su hijo el
Príncipe Guillermo. La iniciativa se fraguó con el lanzamiento de la
nueva campaña United For Wildlife (Unidos por la Vida Salvaje) que aúna a
siete organizaciones líderes en materia de conservacionismo, incluida
Conservation International (CI) con sede en EE.UU., de la que Khama es
miembro de la Junta Directiva.
Aunque a algunas comunidades afectadas por el veto de 2014 les han
ofrecido parcelas de alimentos, los bosquimanos de la reserva quedan a
merced de la hambruna y desprovistos de asistencia gubernamental.
Paradójicamente, la Oficina de Turismo de Botsuana utiliza imágenes de
los bosquimanos cazadores para atraer a turistas, especialmente a
aquellos interesados por la caza mayor. Survival ha hecho un llamamiento para boicotear el turismo a Botsuana.
El bosquimano Roy Sesana explica el profundo significado que la caza
tiene para pueblos indígenas como el de los bosquimanos: “Yo crecí como
cazador. Todos nuestros jóvenes y hombres eran cazadores. La caza
consiste en ir y hablar a los animales. Tú no robas. Tú vas y preguntas.
Tú pones una trampa o sales con un arco y flecha. Puede llevarte días.
Sigues el rastro de un antílope. Él sabe que tú estás ahí, sabe que
tiene que darte fuerza. Corre y tú tienes que correr. Mientras corres,
te vuelves como él. Puede durar horas, y ambos podéis acabar exhaustos.
Puedes hablarle y mirarle a los ojos. Y entonces él sabe que tiene que
darte su fuerza para que tus hijos puedan vivir”.
El director de Survival, Stephen Corry, expuso recientemente en una conferencia
cómo el movimiento conservacionista surge de defensores de la eugenesia
y otras teorías de la extrema derecha; y que los primeros parques
nacionales fueron establecidos en tierras de pueblos indígenas después
de que estos hubieran sido expulsados de ellas.
Según ha declarado Corry hoy: “La prohibición de la caza destinada a
alimentar a la familia, pero que se permite para que los ricos puedan
conseguir trofeos está basada en un lobby con arraigadas creencias
racistas sobre la inferioridad de los pueblos indígenas. El movimiento
de los parques nacionales entraña expulsiones forzosas y a menudo la
completa destrucción de las tribus que vivían en esas tierras. Las
imágenes satelitales prueban ahora que muchos pueblos indígenas y
tribales son los mejores conservacionistas del mundo; mientras, siguen
siendo destruidos. No se trata de ‘conservacionismo’; es simplemente un
antiguo crimen colonial y es hora de que las organizaciones responsables
se opongan a él. Pero por el contrario, siguen amparándose en políticas
huecas mientras continúan apoyando a los gobiernos culpables de estos
comportamientos inhumanos”.
Fuente: Survival
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