El pasado 12 de junio, se ha votado en el Consejo de Ministros de Medio
Ambiente de la UE una nueva ley que en teoría permitiría a los países de
la UE prohibir los cultivos transgénicos en su territorio. Según
Amigos de la Tierra se trata de un regalo envenenado que pretende en
realidad abrir las puertas de Europa a los transgénicos acelerando
nuevas autorizaciones en Bruselas.
La ley votada hoy otorga a
las empresas biotecnológicas como Monsanto o Syngenta un poder sin
precedentes. Tendrán el derecho a decidir si se permite o no la
prohibición de sus productos en cada país de la Unión Europea. Si las
empresas se niegan a prohibirlos, los gobiernos podrán contemplar
alternativas muy débiles desde el punto de vista jurídico para
establecer algún tipo de moratoria y, de hacerlo, podrían ser objeto de
demandas.
Blanca Ruibal, responsable de Agricultura y
Alimentación de Amigos de la Tierra, ha afirmado que "es inaceptable que
las empresas tengan la última palabra en las decisiones sobre los
cultivos transgénicos. Los gobiernos han de tener capacidad para
prohibir estos cultivos sin tener la obligación de pedir permiso a
ninguna entidad privada. La ciudadanía europea ha dejado claro que no
quiere estos cultivos, que no aportan ninguna solución a los problemas
de la agricultura europea".
La propuesta tiene el objetivo de
fomentar que los países voten a favor de estos cultivos en Bruselas -
algo que no se ha hecho en los últimos 15 años - a cambio de poder
prohibirlos en su país. Esto provocaría una expansión de nuevos cultivos
transgénicos en países como España, cuyo gobierno desoye a la
ciudadanía y permite la expansión de estos cultivos sin transparencia ni
control.
Blanca Ruibal ha continuado aclarando que "durante más
de 15 años la mayoría de los países de la UE han luchado contra la
expansión de los cultivos modificados genéticamente y han defendido su
derecho a prohibirlos. Si finalmente se aprueba esta ley y se extienden
estos cultivos el riesgo de que se contaminen las semillas, los
cultivos y los alimentos de toda Europa es enorme".
La propuesta será ahora sometida a votación en el Parlamento
Europeo, que ya ha votado a favor de una propuesta más exhaustiva que
otorgue más derechos a los Estados Miembro.
Amigos de la Tierra se opone a la ley propuesta porque:
- Los
gobiernos han de tener poder real para mantener sus campos libres de
transgénicos y proteger la capacidad de elección de las personas
consumidoras.
- Obligar a los gobiernos a pedir autorización a
las empresas para prohibir nuevos cultivos transgénicos es un ataque a
la democracia, ya que se ponen los intereses privados de las empresas al
mismo nivel que los gobiernos elegidos democráticamente
-
Otorgar un poder sin precedentes a las empresas en las decisiones en
torno a los cultivos transgénicos es dar más importancia al interés
privado que al general.
- Reduce la importancia de un análisis riguroso de los riesgos
ambientales y para la salud y supone un debilitamiento del principio de
precaución establecido en la UE.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si quieres hacer un comentario sobre este articulo, hazlo aquí, gracias.