El Departamento de Asuntos Indígenas del Gobierno brasileño ha alertado de que un grupo de indígenas no contactados extremadamente vulnerable ha emergido de la selva amazónica brasileña, cerca de la frontera con Perú, y ha establecido contacto con una comunidad indígena sedentarizada. Se piensa que el grupo huye de la desenfrenada tala ilegal de Perú.
Según advierten los expertos, se enfrentan a un riesgo de “tragedia” y “muerte” inminente.
En el mundo sobreviven solo cerca de un centenar de pueblos indígenas aislados o no contactados. Las enfermedades introducidas son la principal causa de su muerte, ya que carecen de inmunidad frente a virus comunes para nosotros como la gripe, el sarampión y la varicela. Desgraciadamente, no es extraño que una tribu resulte prácticamente aniquilada tras el primer contacto. Es una historia que se ha repetido en demasiadas ocasiones…
Los panarás de Brasil, por ejemplo, fueron diezmados cuando una carretera se abrió paso en su tierra en los años 70. Llegaron centenares de obreros y, con ellos, se propagaron olas de epidemias mortales. De 400 personas, solo sobrevivieron 69.
“Estábamos en la comunidad cuando comenzaron a morir todos”, recuerda Aké, un líder paraná superviviente. Algunos se adentraron en la selva y murieron allí. Estábamos todos enfermos y débiles y ni siquiera pudimos enterrar a nuestros muertos. Allí se quedaron, pudriéndose en el suelo".
Los pueblos indígenas no contactados son algunos de los más vulnerables del planeta y necesitan tu apoyo urgentemente.
No podemos permitir que un pueblo indígena más sufra las consecuencias de nuestro insaciable apetito por los recursos naturales. Los pueblos indígenas aislados contribuyen enormemente a la diversidad del género humano. Ver desaparecer una tribu significa perder no solo una parte de nosotros, sino también otra lengua, un conocimiento extraordinario de sus plantas y animales y una visión de la vida absolutamente única.
Solo sobrevivirán si su tierra es demarcada y protegida. Survival está presionando a los Gobiernos de Perú y Brasil para que lo hagan, y para que cumplan su promesa de mejorar la coordinación transfronteriza para salvaguardar el bienestar de los indígenas aislados.
Nuestro reciente éxito con la expulsión de los madereros de la tierra de los awás demuestra que, con la presión suficiente, podemos detener estas actividades ilegales.
Fuente: Survival
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