Los niveles de ozono troposférico han superado 38 veces los niveles de
aviso a la población en las estaciones de medición de la Comunidad de
Madrid durante el verano. Supone un preocupante récord con respecto a
las temporadas estivales de años anteriores y marca una tendencia de
ascenso continuado de este gas tóxico. Ecologistas en Acción denuncia
que no se toman medidas para afrontar un problema que afecta a la salud
de la ciudadanía.
Si los niveles de ozono troposférico superan los 180 microgramos por
metro cúbico de aire en una hora, es necesario alertar a la población.
Esto ocurrió en 38 ocasiones este verano, frente a las 27 superaciones
por hora de 2013, y las 18 de 2012.
También se batieron récords en las superaciones por día. En este caso
fueron once en 2014, frente a las ocho de 2013 y las cinco de 2012.
El ozono troposférico es un contaminante secundario, es decir, no
procede de ningún foco emisor directo sino que es resultado de la acción
solar sobre los óxidos de nitrógeno, sobre todo el NO2 que emiten los
motores de los vehículos. Puede provocar desde afecciones respiratorias
hasta problemas vasculares. El gas contaminante también afecta a las
cosechas y la vegetación.
Si bien la crisis ha reducido el tráfico y con ello el principal desencadenante del ozono malo, la estabilidad atmosférica de este verano ha disparado los niveles del gas. Es una muestra de que las autoridades no pueden confiar en cuestiones coyunturales para reducir una alarmante contaminación.
En este verano las estaciones del Este de la región son las que registran los peores resultados. El Atazar ha registrado 18 superaciones y Rivas- Vaciamadrid 14. También están en el Este otras estaciones con altos registros de ozono, como Torrejón, Guadalix, Algete, Orusco y Coslada. Estos mayores niveles en esa zona se deben a que los vientos dominantes de tarde arrastran la contaminación del conjunto de la región hacia el oriente.
El efecto de vientos y brisas provoca que el NO2 de los coches y otros los gases precursores de la formación de ozono malo se trasladen hacia fuera, por lo que los grandes núcleos urbanos se ven menos afectados por ese gas tóxico. Pero, a pesar de que esa tendencia, la ciudad de Madrid también registra un número ascendente de superaciones de ozono troposférico. Este verano hasta 9 de las los 14 estaciones de la capital que miden han llegado a superar en un mismo día el umbral de alerta a la población.
La tendencia ascendente es clara y alarmante. Pero las administraciones madrileñas continúan sin tomar medidas efectivas para evitarlo ni proporcionar una información efectiva a la ciudadanía.
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