El cambio climático, el fenómeno El Niño, la contaminación minera y la mala gestión del agua están acercando al lago Poopó, el segundo más grande de Bolivia -después del Titicaca-, a un drama similar al vivido durante las últimas décadas por el mar de Aral (entre Kazajistán y Uzbekistán).
El Mar de Aral desaparece, el cuarto lago más grande del mundo ha llegado a su finUbicado en la región de Oruro, a 3.700 metros sobre el nivel del mar, el lago Poopó solía ser el segundo lago más grande de Bolivia, superado solamente por el Titicaca. Sin embargo, los fenómenos de El Niño, La Niña y el cambio climático en general hicieron que el mismo se convirtiera en un desierto y el Gobierno declarara la región como ‘zona de desastre’.
Una imagen del lago, que ya no alberga vida, fue capturada por la NASA en abril de 2013 y lo muestra aún lleno de agua. En la segunda imagen, tomada en enero de 2016, se puede apreciar el mismo lago, pero convertido en un desierto.
Como consecuencia del desastre, cerca de dos tercios de la comunidad que residía en el área ha decidido buscar destino en otra zona, por lo que muchos han abandonado esa región del altiplano, desplazándose a otras zonas de Bolivia o emigrando a Argentina o Chile.
Como resultado de la desaparición del agua, murieron millones de peces, mientras que unas 500 aves, como flamencos y patos, también perdieron la vida debido a la sequía.
Los estudios llevados a cabo durante los últimos años indican que las explotaciones mineras han provocado una sobreexplotación de los recursos hídricos de la región, además de causar una importante contaminación por metales pasados. La agricultura intensiva en zonas cercanas también ha significado una mayor derivación de agua que antiguamente desembocaba en lago Poopó.
El cambio climático, con el aumento de las temperaturas -que provoca una mayor evaporación del agua-, es otro de los elementos significativos en la actual proceso de desaparición del lago Poopó. Los estudios más recientes indican que los glaciares andinos están reduciendo rápidamente su extensión y las precipitaciones son cada vez más escasas.
El actual período del fenómeno El Niño -uno de los más potentes del último siglo- se suma a todos los elementos negativos que afectan al lago Poopó.
Las ayudas millonarias solicitadas por el gobernador de Oruro difícilmente podrán solucionar la situación.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si quieres hacer un comentario sobre este articulo, hazlo aquí, gracias.