Paul Jepson, de la Sociedad Zoológica de Londres, Inglaterra, y quien es autor principal del estudio, dijo durante una conferencia de prensa que “pensamos que hay un riesgo muy alto de extinción para ballenas asesinas como una especie en regiones industrializadas de Europa.
Además de Jepson, científicos de España, Irlanda, Portugal, Eslovenia e Inglaterra participaron en la investigación, que midió concentraciones de Bifenilo Policlorado (PCB, por sus siglas en inglés).
El PCB fue ampliamente utilizado como componente en pinturas, equipo eléctrico y de construcción desde 1929 hasta 1987, año en que fue prohibido.
Científicos dijeron que las concentraciones de tal sustancia en grasa de ballenas y ciertas especies de delfines de la región cerca de las costas de Europa son las mayores registradas en todo el mundo.
Como parte del estudio se tomaron muestras de 1,000 ballenas orca, delfines y marsopas, indicaron los investigadores.
Expertos han dicho que el PCB se aloja en la grasa de animales marinos, y la sustancia puede ser transmitido de la madre infectada a las ballenas bebés.
En el caso de las ballenas orca, éstas crecen hasta 10 metros de largo y pueden vivir hasta 100 años. Sin embargo la existencia del PCB en tales seres marinos puede reducir sus vidas, y es además un factor de riesgo.
“La expectativa de vida larga y posición como un depredadores marinos hacen que especies como las ballenas asesinas y los delfines nariz de botella sean particularmente vulnerables a la acumulación de PCB por medio de la cadena alimenticia marina. Nuestros hallazgos son que a pesar de que la prohibición y disminución inicial en la contaminación ambiental, el PCB aún persiste a niveles altamente peligrosos en cetáceos europeos,” dijo Jepson.
Fuente: Noticias-ambientales-internacionales.
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