En la India, concretamente en la provincia de Tamil Nadu, al sur del país, miles de chicas jóvenes son reclutadas para trabajar en las fábricas de la industria textil. La promesa que se le hace: un sueldo decente, una estancia cómoda y una considerable suma de dinero en compensación tras tres años de contrato.
Dicha suma suele ser empleada para pagar la dote que la novia tiene que pagar a la familia del novio. Aunque el pago de la dote lleva prohibida en la India desde el año 1961, sigue siendo una práctica habitual entre las familias de las zonas rurales, las cuales se endeudan para pagar las dotes de sus hijas a cambio de que “un buen partido” quiera casarse con ellas.
Es por eso que se sobreentiende que “esa gran suma de dinero” no es más que un señuelo para captar a las trabajadoras a cambio del pago de las dotes.
La palabra “Tamil Sumangali” significa “mujer casada”, la cual lleva una vida feliz con su marido, quien ha de proporcionarle la fortuna y los beneficios materiales para ello. La realidad que se esconde tras la atractiva e idílica imagen que se les presenta a éstas jóvenes cuando las captan para el trabajo contrasta claramente con la realidad.
El trabajo excesivo, los bajos salarios, la inaccesibilidad a los mecanismos de agravio o reparación, así como la limitada libertad de circulación y de privacidad, son parte integrante de las condiciones de trabajo y de empleo a las que se ven sometidas.
La suma prometida al final de su contrato no es una ventaja, pero forman parte del salario regular que se retiene por el contratante, es decir, no les pagan lo que les corresponde durante los tres años de trabajo, alegando que se lo darán una vez pasado dicho periodo.
Una mujer que no se ha casado antes de los veinte es repudiada por todo su entorno social y familiar, por lo que la presión a la que viven sometidas las familias, y más aún las niñas y adolescentes, es exacerbada, por lo que no es queda más remedio que ponerse a trabajar a edades muy tempranas con el propósito de ganar el suficiente dinero como para pagar la dote necesaria para que un hombre acepte casarse con ellas.
Durante la pasada década, la industria textil en Tamil Nadu tuvo su época de mayor crecimiento. Miles de pequeñas y medianas factorías estaban distribuidas en complejos de trasformación de algodón en ropa. La industria textil de Tamil Nadu está orientada a las exportaciones.
Los clientes de dichas factorías incluyen a las principales marcas de ropa europea y estadounidenses así como a numerosos minoristas. Estas empresas se abastecen directamente de las fábricas textiles así como de las grandes empresas.
Una docena de empresas en Tamil Nadu destacan por sus operaciones integradas verticalmente, incluyendo todos los procesos dentro de una empresa.
Fuente: Periodismo alternativo
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