La captura y comercio de especies de fauna y flora es una de las peores amenazas para la conservación de la naturaleza en muchas zonas del planeta. Las imágenes de cargamentos de marfil y cuernos de rinoceronte se siguen repitiendo pese a las normativas internacionales contra este tipo de actividades ilegales.
Una de las actuaciones policiales más sorprendentes de los que llevamos de año se produjo el pasado 19 de enero cuando la policía fronteriza de China descubrió en Fangchenggang (cerca de la frontera con Vietnam) un macabro cargamento.
La documentación presentada por el transportista no parecía corresponderse con los bultos que ocupaban el camión interceptado y la policía decidió abrir uno de ellos para hacer una comprobación rutinaria.
La sorpresa fue mayúscula: las cajas contenían los cuerpos congelados de 70 ejemplares de cocodrilo siamés (Crocodylus siamensis) y 88 colas -también congeladas- de esta misma especie, catalogada internacionalmente como en grave peligro de extinción (ver detalles en la Lista Roja de la UICN).
Los animales muertos y congelados estaban escondidos en cajas con protección térmica y etiquetadas como comercio de marisco. Un vídeo difundido por el canal chino de televisión CCTV-News muestra algunos de detalles de este espectacular decomiso.
La caza ilegal ha situado al cocodrilo siamés en la lista de especies más amenazadas del planeta. Las últimas poblaciones e esta especie en el medio natural se encuentran en Tailandia, Vietnam, Birmania y Laos. Durante los últimos años se han puesto en marcha en varios países granjas para la cría de esta especie, debido a que su piel se utiliza como materia prima para la fabricación de productos de cuero de lujo en el mercado internacional.
En la China está prohibida la captura de estos cocodrilos en el medio natural y su cría sólo puede realizarse con permisos especiales.
La ONU, contra el tráfico ilegal de especies
La Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó el 30 de julio de 2015 un resolución de condena del tráfico ilegal de especies de fauna y flora silvestres protegidas, destacando que este comercio ilegal que amenaza el medio ambiente global se está convirtiendo en algunos casos en una forma cada vez más sofisticada de delincuencia transnacional organizada.
La Resolución de la Asamblea General de la ONU solicita medidas nacionales firmes y estrictas, además de una respuesta global y regional mejorada. El documento apunta tanto a la demanda como a la oferta, lo que incluye fortalecer la legislación necesaria para la prevención, investigación, acusación de delitos, el tratamiento de determinados delitos contra la vida silvestre como delitos graves.
La decisión de considerar los delitos de comercio ilegal de vida silvestre como “delitos determinantes” a los efectos de los delitos de blanqueo de dinero, el apoyo al intercambio de evidencias entre Estados y la adopción de medidas para prohibir, evitar y luchar contra la corrupción son otros de los aspectos destacados de esta resolución.
El secretario general de la CITES (Convención Internacional sobre Tráfico de Especies), John E. Scanlon, ha destacado que “la adopción de esta Resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas refleja el aumento de la preocupación política respecto de los efectos devastadores de la caza furtiva y el comercio ilegal de vida silvestre”.
Fuente: noticias-ambientales-internacionales
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