¡Hasta ahora!
Algunos valientes investigadores se han infiltrado en grupos de cazadores furtivos en ocho países africanos, ¡con lo que ya se ha logrado encarcelar a 1200 traficantes!
Estas acciones son asombrosas, y hasta han conseguido premios, pero muchos de sus colaboradores están cansados de enfrentarse cara a cara con el crimen organizado. Podríamos ser la comunidad mejor equipada para hacer progresar esta extraordinaria operación rápidamente.
Cada hora matan a cuatro elefantes -- es una carrera contrarreloj, antes de que perdamos a estos afables gigantes para siempre. Si todos aportamos ahora, este equipo podrá extenderse a más países y encerrar a más criminales y a sus cómplices, mientras que nosotros podremos hacer campaña para rescatar a estas hermosas criaturas de esta matanza a nivel industrial.
Esta carnicería está sucediendo a lo largo y ancho de todo el continente africano. Cazadores furtivos contratados siguen el rastro a elefantes, leopardos, simios y todo tipo de criaturas en peligro de extinción. Acto seguido, los “peces gordos” llegan en sus helicópteros con sus armas de gran calibre para cazarlos y masacrarlos, llevándose sus pieles o sus colmillos. Esta es una industria valorada en 19 mil millones de dólares, operada por mafias internacionales que se están saliendo con la suya a base de sobornos indiscriminados.
Pero, ahora, los valientes miembros de la red de Eco-Activistas por la Gobernabilidad y la Aplicación de la Ley (EAGLE, por sus siglas en inglés) están enfrentándose a ellos en cada uno de los niveles de la cadena de mando criminal -- infiltrándose en pandillas, trabajando con la policía para supervisar los arrestos y asegurándose de que los capos acaben entre rejas.
El éxito sin precedentes de sus acciones les ha ganado el reconocimiento de la Interpol y el premio WWF Duque de Edimburgo a la conservación animal, pero hasta ahora estos héroes han estado trabajando con un pequeño presupuesto, impulsados principalmente por su profundo amor hacia estos animales. Si todos donamos una pequeña cantidad, esto es lo que podríamos hacer:
- Ayudar a adiestrar y mantener a decenas de investigadores encubiertos para que se infiltren en las redes de los traficantes más buscados en un mayor número de países y así poner a sus cabecillas entre rejas;
- Apoyar investigaciones a autoridades y políticos cómplices que permiten este comercio sangriento;
- Orientar campañas masivas hacia el arresto y la comparecencia ante los tribunales de estos criminales para así cambiar la cultura de impunidad; e
- Investigar y sacar a la luz pública a las compañías y gobiernos que se benefician económicamente de la venta de marfil y de otros productos provenientes de la fauna silvestre.
Fuente: Avaaz.org
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