Se trata del primer paso legal que llevará a cabo Hong Kong para echar el cierre a ese negocio que mueve intereses en todo el planeta y que sigue el ejemplo de China.
El presidente Xi Jinping se comprometió en septiembre pasado con su homólogo estadounidense Barack Obama a luchar contra este negocio conteniendo el comercio interno y externo en ambas naciones, consideradas históricamente las mayores demandantes de colmillos del mundo.
A falta de conocerse el marco legal y temporal para esa prohibición, Leung Chun-ying, jefe del Ejecutivo de Hong Kong, destacó su compromiso de llevarlo a cabo “tan rápido” como les “sea posible”, consciente de que esta reforma “requerirá modificaciones legislativas” que no llegó a concretar durante su anuncio esta semana.
Propuesta gubernamental :
La propuesta gubernamental está cerca de culminar los tres años de campaña que WildAid emprendió en Hong Kong y con la que pretende reducir considerablemente la sangría de la captura de elefante en África, cuya población, según la organización, se ha reducido en cerca de un 58 por ciento en los últimos 40 años.“No tenemos un calendario de actuación cerrado pero sí esperamos que el siguiente paso del gobierno sea el de anunciar, con tiempo, a los más de 400 comercios, de que tienen seis meses o un año de periodo para echar el cierre”, señaló Hofford.
Desde la otra parte, la de los comerciantes y los artesanos de marfil, el anuncio de la prohibición no les pilla de sorpresa pero sí han pedido una compensación por el futuro cierre de sus negocios, y por eso plantean que sea el gobierno el que adquiera el material que actualmente tienen en sus tiendas y que dejarán de poder poner a la venta.
Datos extraídos del gobierno cualifican en 111.000 kilos la cantidad de marfil que actualmente está a la venta en Hong Kong, cuya precio medio es de mil dólares por kilo.
“Habría que preguntarse si los contribuyentes de Hong Kong están dispuestos a tolerar que el gobierno gaste más de cien millones de dólares en compensar a los responsables de un sector comercial que ha demostrado que ha llevado a cabo prácticas ilegales”, dijo a Efe Hofford.
Negocios :
Su organización se infiltró en varias de estos negocios para comprobar que tras los mostradores ofrecían mercancía de marfil considerada ilegal.Según WildAid, un promedio de 35.000 elefantes son objetivo de caza furtiva en África al año, pese a que el primer acuerdo internacional que entró en vigor en 1990 para prohibir el comercio mundial de colmillo de elefante africano llegara a reducir el tráfico de esta mercancía a índices históricos.
Sin embargo, la bonanza económica en la vecina China de los últimos años y la autorización de comercializar marfil obtenido de animales muertos antes de 1990 fueron factores claves para volver a colocar a Hong Kong al frente de este mercado minorista.
La organización estima que el 90 por ciento de todo el marfil que llega a China lo hace a través de Hong Kong. Su frontera, entre las más transitadas del mundo, aún es un coladero ilegal para hacer pasar estas mercancías, pese a establecerse controles más rigurosos.
Ahora el futuro y esperado cierre definitivo de este negocio en Hong Kong pondrá las miras en los mercados de la región, como el de Tailandia y Japón, donde el comercio de marfil sigue siendo legal y cada vez es más fuerte. Allí, dicen los expertos, llegará la nueva demanda que será desviada desde Hong Kong.
Fuente: Ecoportal.net
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si quieres hacer un comentario sobre este articulo, hazlo aquí, gracias.