Cerca
de 90.000 personas debieron abandonar sus hogares en la provincia de
Alberta, en el noroeste de Canadá, ante la intensidad de un incendio
forestal que comenzó hace cuatro días.
La
nueva orden de evacuación afecta a comunidades situadas al sur de Fort
McMurray, una ciudad con alrededor de 70.000 habitantes que fue evacuada
totalmente el martes cuando las llamas avanzaron hacia el suroeste de
la localidad.
Las llamas también han obligado a suspender todos los vuelos comerciales en el aeropuerto internacional de Fort McMurray.
En
total, alrededor de 90.000 personas tuvieron que abandonar sus hogares
por el incendio forestal que se inició en la noche del domingo, consignó
la agencia EFE.
El
incendio forestal seguía hoy fuera de control, alimentado por las
inusuales altas temperaturas que se registran en la región y los fuertes
vientos, con rachas de hasta 30 kilómetros por hora.
En
las próximas horas se espera la llegada a Alberta de bomberos y equipos
procedentes del resto del país para unirse a los 250 bomberos, 12
helicópteros y 17 aviones que están combatiendo en estos momentos las
llamas.
De momento, las autoridades no tienen constancia de que el incendio haya causado víctimas mortales o heridos de consideración.
Los últimos datos conocidos señalan que 1.600 estructuras en Fort McMurray y sus alrededores quedaron destruidas por las llamas.
Fuente: noticias ambientales internacionales
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