El
sedentarismo y la mala alimentación de las sociedades desarrolladas ha
provocado un aumento en las tasas de obesidad y sobrepeso entre la población infantil.
Una situación que, si bien requiere medidas gubernamentales, como por ejemplo
gravámenes a las bebidas azucaradas o frenar la publicidad y comercialización
de alimentos ricos en grasas y azúcares, debe ser abordada desde el propio
núcleo familiar.
"La clave para reducir los niveles de obesidad infantil es predicando con buen ejemplo y hacer bien las cosas en casa, para asentar las bases de una saludable relación con la comida con la que debemos lidiar a lo largo de nuestra vida", ha aseverado el portavoz del Instituto Médico Europeo (IMEO), Rubén Bravo, con motivo de la celebración del Día Europeo de la Obesidad.
Por ello, y con el objetivo de educar a las familias en hábitos de vida saludable, la institución ha aportado cinco consejos para combatir la obesidad infantil desde casa:
"La clave para reducir los niveles de obesidad infantil es predicando con buen ejemplo y hacer bien las cosas en casa, para asentar las bases de una saludable relación con la comida con la que debemos lidiar a lo largo de nuestra vida", ha aseverado el portavoz del Instituto Médico Europeo (IMEO), Rubén Bravo, con motivo de la celebración del Día Europeo de la Obesidad.
Por ello, y con el objetivo de educar a las familias en hábitos de vida saludable, la institución ha aportado cinco consejos para combatir la obesidad infantil desde casa:
1. Tener un
desayuno equilibrado y saludable.
Por otra parte, el IMEO ha configurado, basándose en la pirámide nutricional y los requerimientos propios de la edad de crecimiento, un patrón de menú que determina las raciones de fruta, verdura, proteína, lácteos y pan que los niños han de tomar a diario.
En general, se recomienda que el 55 por ciento de la energía provenga de los carbohidratos, el 25 por ciento de las grasas y el 25 por ciento de las proteínas. "No hay que olvidar los aportes necesarios de fibra, vitaminas del grupo C, D y B, o minerales como calcio, hierro, zinc, fósforo y magnesio, relacionados con el crecimiento y el sistema nervioso", ha zanjado Marqués.
Se deben priorizar alimentos de absorción lenta y que aseguren un flujo de
energía suficiente para un rendimiento escolar correcto durante toda la semana.
Y es que, tal y como ha alertado la nutricionista del IMEO, Andrea Marqués, un
desayuno rico en azúcares y grasas y escaso de nutrientes proporciona energía
rápida de golpe, pero "poco duradera", ya que posteriormente se
produce un bajón en el estado de ánimo.
2. Controlar las cantidades de azúcar ingeridas.
2. Controlar las cantidades de azúcar ingeridas.
Un niño con una diera de 1.750 calorías no debería sobrepasar los 37 gramos
diarios de azúcar (unas 9 cucharaditas de café), siendo ideal que esta cantidad
se redujera a la mitad. En este sentido, los expertos han avisado de que el
problema "no es el azúcar añadido", sino el oculto que figura en el
etiquetado como, por ejemplo, jarabe de maíz de alta fructosa, concentrado de
zumo de fruta, sacarosa, glucosa, dextrosa, jugo de cana, malta, melazas,
lactosa, miel, etil maltol y maltodextrina.
3. Realizar una hora de actividad física a diario y beber abundante cantidad de agua.
3. Realizar una hora de actividad física a diario y beber abundante cantidad de agua.
Pasear el perro, ayudar con la compra, jugar en el parque, montar al
bicicleta son hábitos que ayudan a combatir el sedentarismo. No obstante, este
ejercicio no es suficiente para estar en buena forma física, por lo que es necesario
realizar una hora diaria unas cuatro veces a la semana algún tipo de actividad
física deportiva.
FOMENTAR HÁBITOS SALUDABLES
FOMENTAR HÁBITOS SALUDABLES
4. Reducir el tiempo que los niños pasan
delante las pantallas.
Los niños pasan una media de dos horas y media sentados delante del
televisor, ordenador o jugando con las tabletas o 'smartphones'. Por ello, los
expertos han subrayado la importancia de fomentar entre los menores actividades
como correr, nadar, hacer caminatas en familia o montar en bicicleta para, así,
mantenerles alejados de los malos hábitos.
5. Inculcar desde la infancia una cultura nutricional.
Enseñar a un niño los motivos por los que un
alimento le conviene más que otro le dará las claves para gestionar su estado
físico y emocional en el futuro. Ante esto, Bravo ha aconsejado no utilizar
alimentos como premio o castigo, ya que pueden asociar los dulces como
alimentos buenos y las frutas y verduras como malos.5. Inculcar desde la infancia una cultura nutricional.
Por otra parte, el IMEO ha configurado, basándose en la pirámide nutricional y los requerimientos propios de la edad de crecimiento, un patrón de menú que determina las raciones de fruta, verdura, proteína, lácteos y pan que los niños han de tomar a diario.
En general, se recomienda que el 55 por ciento de la energía provenga de los carbohidratos, el 25 por ciento de las grasas y el 25 por ciento de las proteínas. "No hay que olvidar los aportes necesarios de fibra, vitaminas del grupo C, D y B, o minerales como calcio, hierro, zinc, fósforo y magnesio, relacionados con el crecimiento y el sistema nervioso", ha zanjado Marqués.
fuente: ecoticias.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si quieres hacer un comentario sobre este articulo, hazlo aquí, gracias.