Miles de árboles
mueren cada día por la acción irresponsable del ser humano. Como
consecuencia empeoran la calidad del aire, el ciclo del agua, el
equilibrio de lluvias, el ritmo de las corrientes marinas y se acelera
el deshielo de los polos. No sólo empeoramos las condiciones de flora y
fauna, sino también la del ser humano. Como dijo Carl Jung “el hombre es
lo único a lo que debemos temer en este planeta”.
Las últimas
décadas han afianzado un modelo económico basado en la búsqueda del
máximo beneficio, sin tener en cuenta la sostenibilidad del entorno. La
explotación incontrolada es la gran amenaza de la selva amazónica, para
ello se sirve de la pobreza, la extorsión, la esclavitud y las
apropiaciones indebidas.
El conocido como “rey mundial de la soja”,
Blairo Maggi, exgobernador brasileño, fue el caso más sonado dentro de
las multinacionales, convirtiéndose en una de las mayores fortunas del
globo.
La tala indiscriminada
tiene efectos muy negativos sobre la fauna y flora del ecosistema. Sin
embargo, el gran enemigo de la biodiversidad no son sólo las
motosierras, sino el cambio climático.
El informe Stern (Reino Unido 2006) ponía de manifiesto que el cambio
climático es un hecho, que se ve potenciado y acelerado por el ser
humano.
En la Cumbre sobre el Clima de las Naciones Unidas de
París (COP21) se reunieron los jefes de estado de todo el mundo para
poner a prueba la solidaridad, la responsabilidad y la implicación con
el cambio climático de más de 190 países. Era una oportunidad histórica
para pasar de las palabras a los hechos y determinar si se quiere o no
luchar contra los síntomas que padecen tanto la Amazonía como nuestro planeta y decidir si la herencia de nuestros padres será el legado de nuestros hijos.
Fuente: ecoportal.net
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Si quieres hacer un comentario sobre este articulo, hazlo aquí, gracias.