¿Cómo funciona el fraude de las eléctricas? Te lo explicamos con detalle

Probablemente hayas oído hablar muchas veces del fraude de las eléctricas, sobre todo en los últimos días teniendo en cuenta que han eliminado la licencia a varias de ellas. En realidad, se trata de un proceso bastante complejo de entender que no siempre aparece en los medios de comunicación y que, por esa razón, hoy se convierte en protagonista de nuestro blog. Si siempre has querido saber cómo funciona el fraude a las eléctricas, tienes que leer todo lo que te contamos hoy de manera amena y sencilla. ¿Qué dices, estás dispuesto a entender una de las noticias que más veces aparece de las relacionadas con el mundo de la energía y la economía doméstica?

El fraude de las eléctricas es algo realmente importante no solo para las compañías o el Estado, sino también para todos y cada uno de los consumidores. De hecho, lo característico del fraude a las eléctricas es que según la legislación actual lo pagamos todos. Es decir, no importa quién sea realmente el que defraude porque ese desfase se va a ver reflejado en todas y cada una de nuestras facturas de la luz. ¿Te parece injusto? Pues vamos a ver a continuación cómo se desarrolla.

Las compañías del fraude de la luz

Luci Mundi Energía, Nortedison Electric, Oltem Llum, Comercial Eólica Suministro de Energía, Zero Electrum y Electro Soporte Comercial y Gestión son las empresas que actualmente se han quedado sin la posibilidad de poder seguir ofreciendo a los clientes particulares contratos de luz por haber ocasionado un fraude eléctrico que asciende a un agujero de unos 200 millones de euros. Se trata de una cifra importante que, sin embargo, puede aumentar considerablemente por la lentitud de los procesos burocráticos a la hora de frenar a las compañías que se gestionan con malas prácticas.

Cómo se produce el fraude eléctrico

El fraude eléctrico se produce cuando una de estas compañías comercializadoras compra en el mercado mayorista una cantidad menor de la energía que estima que consumirán sus clientes. Al sus clientes consumir más de aquella que necesitan y por la que se les ha facturado, se pasa al segundo mercado, en el que el coste de la luz se duplica. Sin embargo, esos sobrecostes no aparece directamente detallados en la factura porque no se facturan como tal. Por lo tanto, se produce un desfase entre lo que se ha pagado y lo que debe generando esos agujeros que vemos que son portada de la mayoría de los periódicos.

Pero, ¿por qué se trata de cantidades tan elevadas cuando se habla del fraude de las eléctricas? En realidad, es precisamente aquí donde entra en juego el componente burocrático. Desde que una empresa apuesta por estas malas prácticas, hasta que se le retira la licencia se pasan una serie de sanciones y procedimientos comprobadores que hacen que el fraude se perpetúe en el tiempo y que, por lo tanto, se aumente hasta las cifras que acabamos de mencionar en los párrafos anteriores.

Un fraude eléctrico dañino para todos

Sin embargo, pese a las sanciones que existen, el desfase que se produce cuando se ejecuta este fraude eléctrico no se ve reflejado en las cuentas de las empresas que lo ejecutan únicamente. La actual ley eléctrica estima que sean los propios consumidores los que hagan frente a este posible problema y, por lo tanto, se nos cobra una cantidad a cada uno de nosotros en el recibo de la luz de cada mes. Eso significa que sin importar con quién tengas contratada la luz, y sin cometer ningún tipo de fraude como consumidor, pagarás igualmente ese desvío que están produciendo algunas compañías.

Aunque todas las compañías están bajo la lupa y son sometidas a controles para evitar el fraude eléctrico, es cierto que todas las que han sido sancionadas y a las que se les ha eliminado la licencia eran empresas de nueva creación que solían hacer ofertas muy suculentas a sus clientes. Estas ofertas las podían asumir con el proceso que explicamos en el fraude de las eléctricas, pero es algo que no es sostenible en el mercado en el tiempo y que causa un perjuicio a todos los consumidores.

Fuente: ecoportal.net